Alexis Sánchez espera resucitar en el Camp Nou, la que fue su casa

El delantero chileno Alexis Sánchez regresa el miércoles a Barcelona, club en el que jugó tres temporadas, como estandarte del Arsenal en la vuelta de octavos de la Champions (ida, derrota 2-0) con la difícil misión de derrumbar al gigante azulgrana, invicto desde hace más de cinco meses.

Jugador del año en los Gunners el curso pasado, el extremo izquierdo de 27 años protagonizó un sobresaliente bautismo en Inglaterra, tras un traspaso de 42 millones de euros del club azulgrana al londinense.

Pero en este curso, afectado por las lesiones, no ha logrado mantener ni la regularidad ni la eficacia en un equipo que en las últimas semanas parece haber desaprovechado la posibilidad de luchar por la Premier League más abierta de los últimos años.

"Nos falta el hambre necesario para creer que podemos ser campeones. Entramos al campo con el sentimiento de que ya ganamos 1-0", declaró Sánchez, uno de los jugadores preferidos por el técnico francés Arsene Wenger, que no cuenta con otro futbolista con la ambición del chileno en su plantilla.

"Es un gran jugador, sabía que lo iba a hacer bien cuando se fue, sobre todo en algún sitio en el que fuera el centro del juego", señaló el martes a la prensa británica el que fuera su compañero Dani Alves.

"No fracasó en Barcelona, pero es difícil jugar aquí y hay que comprender el estilo de juego para poder tener una larga carrera. Los que se van no son necesariamente malos jugadores. En Barcelona no es suficiente jugar como una bestia salvaje", añadió el brasileño.

En sus palabras Alves trazó un preciso retrato de las tres temporadas que Alexis pasó en Barcelona: Sin ahorrar una gota de energía, el chileno tuvo que adaptar su juego para mezclarse con Lionel Messi y marcó 38 goles en 88 partidos.

Sin que su paso por el Barcelona resultara negativo; su rendimiento, sus estadísticas y su entendimiento con Messi han sido claramente superados por los números de su sucesor, el uruguayo Luis Suárez.

Alexis, que llegó al fútbol europeo en 2008 para jugar en el Udinese, volvió a estar en el centro del escenario en el Arsenal, con el que logró 24 goles y 11 asistencias el año pasado en 52 partidos.

"La primera vez que le vi era muy dinámico, muy directo. Es uno de esos jugadores cuya energía salta a la vista. Al principio era un poco tímido en el Barcelona, pero luego se fue creciendo. Su apetito es enorme y no tiene miedo de nada", explicó Wenger sobre su discípulo.

"La verdad es que cuando no marco tengo el sentimiento de haber fracasado y me siento culpable", dijo Sánchez hace unos días.

Tras lesionarse dos meses antes de Navidad, parece que al chileno le empieza a pasar factura la alta carga de partidos que ha disputado en los últimos tres años (52, 54 y 46), sin contar los duelos con la selección chilena, con la que el año pasado se proclamó campeón de América.

Este año ha marcado 15 goles y ha ofrecido 7 asistencias en 36 partidos. En el Camp Nou tiene la oportunidad de liderar una remontada histórica y cerrar la boca de aquellos que no lo quisieron vestido de azulgrana.

cd/pm

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