Arellano destaca el nivel de excelencia de universidades andaluzas y cree que los rankings no deben definir políticas

EUROPA PRESS

No obstante, deja claro que "sería un error definir políticas que sólo piensen en mejorar la posición en estas clasificaciones y rankings, porque implicaría descuidar otras muchas facetas que influyen en la calidad de las universidades".

El consejero ha agregado que las universidades españolas "en general viven una situación de transición profunda para la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, por lo que habrá que esperar un poco para sacar conclusiones definitivas de estos rankings", ha añadido.

Ramírez de Arellano ha explicado que los distintos rankings de Universidades publicados recientemente indican "que las universidades de Granada y Sevilla son las dos puntas de lanza del sistema andaluz, situadas en la elite", y que el resto "está haciendo un buen trabajo, con un sistema joven, muy implicado en el territorio, que está dando grandes pasos hacia la excelencia", considerando que las 500 universidades que suelen ocupar un sitio en estas clasificaciones internacionales son apenas el tres por ciento del total.

En este sentido, ha recordado que el 'U-Ranking', elaborado por la Fundación BBVA en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, muestra que el sistema universitario andaluz se sitúa en la media nacional. En concreto, según esta clasificación, las universidades públicas de Granada y Sevilla están entre las 15 mejores a nivel de productividad, por su equilibrio entre tamaño y rendimiento. Esta clasificación reconoce también el esfuerzo en investigación que está haciendo la Universidad de Córdoba, situada en la quinta posición.

Igualmente, el ranking 'QS' coloca a Sevilla y Granada (UGR) entre las 500 mejores del mundo. Además, la UGR está entre las 200 mejores del mundo en las áreas de Filología, Agricultura, Psicología, Comunicación y Educación. De igual modo, se encuentra bien posicionada en Matemáticas, Física y Astronomía, Informática, Medio Ambiente, Medicina y Biología.

Por su parte, la Hispalense se sitúa entre las 300 mejores en Estadística, Ingeniería Eléctrica, Filología moderna, Educación y Matemáticas.

En otro ranking de referencia, el 'ARWU' de Shanghái, siete de las universidades públicas de la comunidad están entre las 1.000 mejores (Granada, Sevilla, Jaén, Málaga, UPO, Córdoba y Cádiz). En él se observa, además, la fortaleza en áreas como Matemáticas o en Ciencias de la Computación.

El titular de Economía ha insistido en que, cuando se ven este tipo de rankings, "es importante no olvidar que cada uno cuenta con una metodología particular y ofrece una radiografía de una parte del sistema, son una herramienta útil, pero una panorámica requiere de un análisis más completo".

Por ello, ha indicado que "sería un error definir políticas que sólo piensen en mejorar la posición en estas clasificaciones, porque implicaría descuidar otras muchas facetas que influyen en la calidad de las universidades".

En esta línea, ha explicado que el Gobierno andaluz cree que "lo importante es dar certidumbre para que nuestras universidades desarrollen una docencia y una investigación a la altura de lo que la sociedad exige, abandonar la austeridad y pasar a la inversión".

Para Ramírez de Arellano, las recetas del Gobierno central para posicionar a la universidad española entre las 100 mejores "han sido la caída en la financiación, tasa de reposición, recortes salariales, modificación de la jornada laboral, entre otras, justo las contrarias a las que apuntan los rankings".

Esto, ha añadido, "trae consecuencias como una mayor carga docente, perjudicando la generación de conocimiento y limitando la transferencia del mismo, lo que ha reducido en un lustro en diez puntos el peso de la producción científica universitaria sobre el total regional, o una comunidad científica más envejecida".

Frente a ello, ha insistido en que la Junta apuesta por medidas para avanzar hacia una sociedad del conocimiento, a través del nuevo Plan Andaluz de Investigación (Paidi), "que se fija como meta alcanzar 2020 con una comunidad de investigadores que suponga el cinco por mil de la población activa, lo que supone incorporar al sistema más de 6.700 personas investigadoras; acabar con la fuga de cerebros, favorecer su retorno y dar oportunidades a los jóvenes más brillantes de desarrollar una carrera en el mundo de la investigación, inyectando más recursos o reduciendo trabas administrativas".

Para el consejero, "ésta es la política científica que necesitamos para ganar en calidad, seguir creciendo y, como consecuencia, seguir escalando puestos en los rankings pero, especialmente, para ser más competitivos a nivel internacional".

APOYO A LA MORATORIA A LOS GRADOS DE TRES AÑOS

Durante la comisión parlamentaria, Ramírez de Arellano ha reiterado también el apoyo del Gobierno andaluz a la decisión de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) de retrasar la implantación de los grados universitarios de tres años, con el fin de "dar certidumbre y seguridad a la enseñanza superior".

Este acuerdo de la CRUE, ha explicado, permite "dar prioridad a evaluar bien los títulos y ayudar a que se consolide el sistema". Una vez cubierta esta etapa, ha añadido, "podremos abordar las modificaciones que sean necesarias en esta materia, pero siempre en busca de optimizar los recursos y favorecer a la comunidad universitaria".

Ha recordado que el Gobierno de la Junta "advirtió desde el inicio que estamos en un momento de adaptación y comprobando si los títulos son viables y funcionan, de manera que si ahora hacemos nuevos cambios, que son de calado, lo complicamos todo, cuando debemos facilitar las cosas".

Así pues, ha insistido, "hay que tomarse en serio el exigente proceso de evaluación de grados, que concluirá en los próximos meses".

En Andalucía este proceso está liderado por la Agencia Andaluza del Conocimiento (AAC), dependiente de la Consejería de Economía, que evaluará este año 420 títulos de grado y master que se imparten en las universidades públicas andaluzas y que fueron implantados al inicio del Plan Bolonia.

El diputado del PP Jaime Raynaud ha citado una serie de datos en materia de empleabilidad de los universitarios, apuntando que "los universitarios andaluces duplican en paro a los madrileños o navarros".

"El porcentaje de desempleo de nuestros universitarios es del 20 por ciento, mientras que en otros sitios, como Navarra, es del ocho por ciento, siendo la media nacional del 14,3 por ciento", ha apuntado el diputado del PP, quien considera que "los estudios dicen que los canarios y andaluces duplican en paro a madrileños y navarros".

Raynaud ha indicado que "en el fondo Andalucía no está en el mínimo de paro, sino en el máximo de paro, y no está en el porcentaje mayor de actividades de formación permanente para adultos; estamos lejos de lo bueno y muy próximos a lo malo", ha agregado.

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