Esta toma de muestras servirá de base para posibles lagunas de información o de conocimiento que sería necesario cubrir en el futuro. La campaña se desarrolla en julio y está liderada por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IDAEA-CSIC), con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.
Para llevarla a cabo se han instalado un total de 200 dosímetros de ozono y otros tantos de dióxido de nitrógeno distribuidos entre el municipio de Madrid y otras zonas de la Comunidad, con especial interés en el norte de la región debido a los frecuentes incumplimientos de los umbrales de O3, sobre todo en verano.
Estas medidas se complementarán con las obtenidas en las estaciones de las redes de vigilancia del Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad. También se han instalado equipos de medición en dos emplazamientos urbanos, en el CSIC (Instituto de Ciencias Agrarias) de la calle de Serrano, 115, y en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), de la Ciudad Universitaria. Ahí se medirán óxidos de nitrógeno, ozono, partículas PM10, PM2.5, carbono negro y partículas ultrafinas.
También se cuenta con el apoyo y participación del Instituto de Salud Carlos III, laboratorio nacional de referencia de calidad del aire, y sus equipos de medición y laboratorios ubicados en el municipio de Majadahonda.
Asimismo se dispone de una unidad móvil de la Universidad de Marsella para la medición de compuestos orgánicos volátiles en tiempo real y la medición granulométrica de partículas ultrafinas.
El Ayuntamiento de Madrid dispone de un sistema de información para llegar al mayor número de personas potencialmente vulnerables (ancianos, niños y personas con afecciones respiratorias).
El sistema de información es amplio al incluir la página web, permanente actualizada, sistema de alertas SMS gratuitos, la app Aire de Madrid o paneles informativos de la Empresa Municipal de Transporte (EMT), junto al sistema de informadores clave que se ha puesto en marcha y que permite llegar a un mayor número de ciudadanos, sobre todo a los colectivos más sensibles que puedan verse más afectados por los altos niveles de ozono.
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