LA CIUDAD VUELVE A LAS AVES MÁS AGRESIVAS

El estrés de la ciudad llega a agriar el carácter incluso el de las aves, según una investigación norteamericana publicada en la revista científica ‘Biology Letters’ que, además, revela que los pájaros que viven en entornos urbanos son más agresivos a la hora de defender su territorio que sus congéneres del campo, sobre todo el gorrión melódico.
Los investigadores del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (EEUU) sugieren en una nota informativa que el comportamiento más violento de las aves urbanas se debe a que cuentan con menos espacios pero más recursos para defenderse, ya que vivir entre humanos les proporciona mejor alimento y refugio pero también mayor competencia.
Estos científicos midieron los niveles de agresividad de machos de gorriones melódicos, una especie muy común en la ciudad. Para ello, grabaron sus cantos y los reprodujeron en un altavoz al que se acercaban los gorriones batiendo sus alas de forma furiosa y al que se unían en el canto fuerte para terminar con un trino más apagado y que los investigadores asocian con un ataque inminente. Por el contrario, los gorriones de campo tenían una reacción mucho más tranquila.
Según estos investigadores, la presencia y bienestar de las aves es un indicador de la salud del hábitat en el que viven. Los datos de este estudio son preocupantes porque confirma que las aves urbanas han perdido un 18% de sus miembros en los últimos 20 años.
A este respecto, el coordinador del Área de Seguimiento de SEO/BirdLife, Juan Carlos del Moral, afirmó que “el estudio viene a refrendar lo que otras investigaciones ya han señalado: las ciudades pueden ser entornos hostiles para la avifauna. Una investigación de la Universidad Complutense, publicada en Ecological Indicators, explicaba el impacto de la contaminación sobre las aves urbanas y apuntaba que, comparadas con sus congéneres residentes en la periferia o en ámbitos rurales, sus condiciones físicas eran mucho peores”.
“Los gorriones del centro de Madrid, por ejemplo, presentan anemia y sus sistemas de defensa parecen alterados. Respiran la misma contaminación atmosférica y están sometidos al mismo nivel de ruidos que quienes residimos y trabajamos en la capital”, añadió.

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