El acto se ha celebrado por ser la víspera del Día Mundial del VIH y en él, Kike Poveda, portador del virus y miembro del colectivo LGTBI, ha leído el primer manifiesto del 1 diciembre, en el que ha apostado por "reducir el estigma" que recae sobre las personas enfermas de Sida.
Además, ha instado a las instituciones a llevar a cabo un pacto de Estado sobre VIH, a destinar más recursos a la investigación sobre esta enfermedad y a proporcionar más información a la ciudadanía.
"Más del 50 por ciento de la población no estaría cómoda si su hijo conviviera con un enfermo de SIDA", ha criticado Poveda, al tiempo que ha reivindicado que esta situación no puede tolerarse en un país "donde aproximadamente el 30 por ciento de las personas con VIH no lo saben".
Por su parte, el portavoz de la asociación Arcópoli, Rubén López, ha indicado que este acto se ha realizado "en señal de que seguimos teniendo un problema". Asimismo, ha asegurado que "no hay que obligar a nadie" a contar si está enfermo de SIDA, "porque las cosas no están como para contarlo".
Al acto han asistido representantes de todos los grupos políticos, entre ellos la concejal delegada de Equidad del Consistorio matritense, Marta Higueras, la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Purificación Causapié, el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos y el diputado de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid y senador, Tomás Marcos, entre otros. Todos han encendido velas en recuerdo de las personas fallecidas por la enfermedad.
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