Cruenta operación policial en Bangladés contra islamistas agresores de minorías

La policía de Bangladés llevó a cabo el martes cruentas operaciones contra islamistas radicales sospechosos de haber cometido una serie de asesinatos contra miembros de minorías religiosas e intelectuales.

Mientras el cuerpo de un sacerdote hindú era hallado, prácticamente decapitado, en el oeste de Bangladés, las fuerzas de seguridad llevaron un cabo un doble asalto, en Daca y en el noroeste del país, en el que murieron tres islamistas presuntos miembros de un grupo yihadista local.

Los dos responsables del grupo islamista Jamayetul Mujahideen Bangladesh (JMB) que murieron en Daca, son sospechosos de haber desempeñado un rol en "la mayoría de los recientes ataques", entre ellos la explosión de una bomba en una mezquita chiita y el asesinato de un profesor, según un alto responsable de la policía.

Otro miembro del JMB resultó muerto en un tiroteo con la policía en Godagaro (noroeste), según el jefe de la policía local.

La comunidad internacional presiona de forma creciente a las autoridades de Bangladés para que pongan fin a esta serie de asesinatos que han causado más de 40 muertos --intelectuales, defensores de un sistema laico y miembros de las minorías religiosas-- en tres años.

La última víctima fue el sacerdote hindú, de 70 años, undécima persona asesinada en poco más de dos meses. La mayoría de estos ataques fueron reivindicados por la organización Estado Islámico (EI).

Sin embargo el gobierno dirigido por Sheikh Hasina atribuye estos asesinatos a islamistas bangladesíes, y niega la presencia en el país del EI y de una rama de Al Qaida en el sur de Asia.

El cuerpo de Gopa Ganguly, con la cabeza prácticamente separada del cuello, fue hallado en un arrozal cerca de su domicilio en Noldanga, distrito de Jhenidah, informó a la AFP el jefe adjunto de la policía local.

"Salió esta mañana de su casa diciendo que iba a una casa hindú para ofrecer sus oraciones. Unos campesinos encontraron su cuerpo prácticamente decapitado en un arrozal", explicó.

"El modo operativo del asesinato es comparable al empleado recientemente por islamistas locales", añadió.

El ministro del Interior Asaduzzaman Khan volvió a acusar el martes al principal partido de oposicion, el Bangladesh Nationalist Party (BNP) de estar implicado en estos ataques que forman parte, según él, de un complot internacional en el que también participan los servicios de inteligencia israelíes, el Mossad.

"Estos asesinatos forman parte de un complot nacional e internacional. Los que participan en ellos, están vinculados al Mossad", dijo Khan a la AFP.

Un alto responsable del BNP fue encausado el mes pasado por sedición, acusado de haber conspirado contra el Estado durante un encuentro con un consejero del gobierno israelí.

Aslam Chowdhury fue detenido después de que fuera revelada por la prensa de Bangladés su cita con Mendi Safadi, en India en marzo.

Según los expertos, la ola de represión contra la oposición --en ésta, el principal partido islamista Jamaat-e-Islami-- ha radicalizado a buena parte de los opositores.

El Jamaat es un aliado tradicional del BNP cuya responsable, la exprimer ministra Khaleda Zia, está perseguida por la justicia por incendios criminales provocados durante las manifestaciones antigubernamentales de 2015.

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