Decenas de parlamentarios japoneses visitan santuario de Yasukuni

Unos 85 parlamentarios japoneses visitaron este martes el santuario Yasukuni de Tokio, donde son honrados algunos criminales de guerra, en una peregrinación anual que provoca la ira de Pekín y Seúl que consideran este controvertido lugar de culto como el símbolo del militarismo nipón.

Diputados y senadores de diversos partidos acudieron por la mañana al santuario sintoista del corazón de la capital japonesa, en ocasión del festival de otoño, constataron periodistas de AFP en el lugar.

Encabezados por monjes sintoístas, los parlamentarios, vestidos con trajes negros, ingresaron al edificio principal del santuario para rezar por los japoneses muertos en las guerras.

El primer ministro, Shinzo Abe, hizo una donación el lunes, pero se abstuvo de visitar el santuario.

"Nos oponemos a esta ofrenda ritual y exhortamos a Japón a reflexionar sobre su pasado agresivo y a tomar las medidas concretas para recuperar la confianza de sus vecinos asiáticos y de la comunidad internacional", reaccionó una portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino.

Esta lugar de culto sintoísta recuerda a unos 2,5 millones de muertos por el país desde mediados del siglo XIX, entre ellos 14 japoneses que los aliados condenaron como criminales de guerra tras el final del conflicto y cuyos nombres fueron agregados en 1978.

Abe, ferviente nacionalista, visitó el santuario en diciembre de 2013 para festejar el primer aniversario de su regreso al poder, provocando no sólo las críticas de Pekín y Seúl, sino también de Washington.

Cada peregrinación de los parlamentarios en ocasión de los festivales de primavera y de otoño así como el 15 de agosto (aniversario de la capitulación de Japón en 1945) reaviva las protestas de China y de Corea del Sur que consideran que Japón no se arrepintió lo suficiente por los crímenes cometidos por sus soldados durante la Segunda Guerra Mundial.

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