Estados Unidos consideró este martes "desalentadora" la promesa de Bashar al Asad de reconquistar "cada milímetro" de Siria e instó a Rusia e Irán a presionar a su aliado a respetar la tregua en el país.
El presidente sirio formuló la amenaza en su primer discurso ante el nuevo Parlamento en Damasco, poniendo en duda su compromiso con las conversaciones de paz bajo los auspicios de la ONU y la tregua entre el gobierno y las fuerzas opositoras.
"No tenemos otra opción que la victoria", declaró Asad ante los aplausos del Parlamento elegido en condiciones de guerra civil, en unos comicios que no han sido reconocidos por Washington y otros críticos internacionales del presidente sirio.
"No hay nada sorprendente en lo que dijo hoy pero es desalentador", dijo Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, quien agregó que se trataba de una declaración "clásica de Asad".
"Creemos que Rusia e Irán podrían al menos recurrir a aquellos dentro del régimen que todavía pueden influenciarlo para evitar que permita que este proceso político, este cese de hostilidades, colapse totalmente", dijo Toner.
Josh Earnest, portavoz del presidente estadounidense Barack Obama, estimó de su lado que la determinación de Asad de no soltar el poder "solo agrava el caos y la confusión".
"El presidente (ruso Vladimir) Putin se comprometió a usar esa influencia para hacer que el régimen de Asad cumpla con el cese de hostilidades".
Rusia y Estados Unidos encabezan el Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG) de 21 naciones que respaldan un proceso liderado por la ONU para negociar un fin de la guerra civil en Siria, que lleva cinco años.
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