El abogado que representa a la familia de la menor de 15 años ahogada en abril de 2013 en un espigón de la playa de la Mar Bella de Barcelona ha elevado en el tramo del final del juicio de 20 a 28 años la pena de cárcel que solicita para el acusado, al considerar que además de matarla la agredió sexualmente.
En la lectura de sus conclusiones en la sesión de este miércoles de la vista que se celebra en la Audiencia de Barcelona con tribunal popular, el letrado Fernando Martínez ha concluido que las relaciones sexuales que, tras emborracharse, mantuvieron en la playa el acusado, Gilson C.M., de 19 años entonces, y la víctima, de 15, no fueron consentidas.
Concretamente, pide 20 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía --cree que tenía la intención de matarla-- y otros ocho por agresión sexual, muy por encima de los 14 años que solicita la fiscal que le acusa de homicidio --es decir, que no tenía el plan previo de acabar con su vida-- y cuya solicitud de pena ha mantenido al final del juicio.
La fiscal considera que el joven la sumergió en el mar pese a saber que ella no sabía nadar y, tras matarla en el espigón, ocultó su cuerpo entre las rocas donde fue hallado días después sin ropa y con el sujetador enredado en sus muñecas, según la tesis principal que ha defendido este miércoles en el juicio.
Aunque esta es la tesis principal que defiende la representante del Ministerio Público, también da otra versión alternativa: que Gilson C.M. no la hubiese matado pero que sí abandonase a su suerte en el espigón, borracha y desprotegida, sin informar a nadie de dónde la había dejado; la defensa del acusado, por el contrario, pide la absolución del acusado y no descarta que otra persona la hubiese matado e incluso que se hubiese suicidado.
PERICIALES
En la sesión de este miércoles también han comparecido numerosos peritos que han confirmado que se trató de una muerte violenta, en la línea de lo expresado el martes por los agentes de los Mossos d'Esquadra que se encargaron de la investigación y que descartaron "totalmente" la tesis del suicidio y señalaron a que todo a punta a que la mató Gilson C.M.
En su interrogatorio el lunes, en el primer día de juicio, el acusado negó haberla matado aunque admitió que había mentido tanto a los Mossos como a sus amigos y a los familiares de la víctima ocultándoles que habían ido a la playa y asegurándoles que se había despedido de ella en la estación de Metro de Virrei Amat, muy lejos de la Mar Bella; según él, lo hizo por miedo y vergüenza de haber mantenido relaciones sexuales con la menor.
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