El aumento de la violencia en Sudán del Sur provocará la hambruna de millones de personas que sufren escasez de alimentos, según ha advertido la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que ha instado a las autoridades a mantener la calma y la estabilidad en aras de que la paz perdure.
Las últimas evaluaciones llevadas a cabo por la organización muestran que más de 4,8 millones de personas en Sudán del Sur sufren malnutrición y se encuentran en riesgo. La FAO ha advertido de que la violencia en el país provocará una mayor escasez de alimentos.
"En Yuba, que no ha experimentado estos niveles de violencia en años, se está produciendo una disminución de alimentos", ha indicado Serge Tissot, representante de la FAO en el país. "Mientras esperamos que la situación no empeore, la violencia podría estallar de nuevo. Si el proceso de paz fracasa, las consecuencias se extenderán rápidamente y empeorará la situación alimentaria", ha explicado.
"Es necesario que se estabilice el país y que el proceso de paz funcione para que la agricultura no se estanque y los mercados no cierren", ha aseverado el director general de FAO, José Graziano da Silva. "Los sursudaneses no pueden permitirse más inestabilidad. Tenemos que recordar que la paz y la seguridad alimentaria constituyen las dos caras de una misma moneda. El futuro del país depende de la firmeza del compromiso con la paz", ha indicado.
SAQUEOS DE ALMACENES EN LA CAPITAL
Los almacenes de Yuba han sufrido recientemente saqueos debido al aumento de la violencia. Además, la situación ha provocado la escasez de productos de primera necesidad. "Mientras las oficinas de la FAO permanezcan operativas en Sudán del Sur, seguiremos ofreciendo nuestro apoyo a aquellos que más lo necesiten. Esto requiere que los recursos adicionales estén disponibles lo antes posible para reemplazar los que han sido retirados", ha señalado Tissot.
"Bajo condiciones normales, las cosechas comenzarían en pocas semanas. Cómo se desarrolle la recogida de esas cosechas tendrá un impacto fundamental en la seguridad alimentaria a corto y largo plazo", ha zanjado Tissot.
ÚLTIMA CRISIS
El pasado 7 de julio se reanudaron los enfrentamientos en Yuba entre seguidores del presidente sursudanés, Salva Kiir, y el antiguo líder rebelde, Riek Machar, tras un año de tensiones para implementar el acuerdo de paz con el que la comunidad internacional confiaba en poner fin a la lucha sectaria que comenzó en 2013.
Unas 300 personas han muerto a causa de los combates de estos días y 36.000 han abandonado la capital sursudanesa, epicentro de este nuevo brote de violencia, en dirección a otros puntos del país africano.
En respuesta, Kiir y Machar anunciaron hace una semana un alto el fuego y llamaron a la calma a sus partidarios. Sin embargo, la ONU teme que el actual balance de víctimas sea solo "la punta del iceberg".
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