Así lo ha señalado su presidenta, María Castillo, quien ha destacado el sentido "entrañable" de esta tradición. "Son unos días para recordar a los que ya no están. Cada uno pone lo que pude pero todos hacen un esfuerzo económico", ha destacado.
Castillo ha apuntado que la mayor parte de los trabajos que se realizan son por encargo, sobre todo, cuando se busca algo más específico, pero también acuden a las floristerías particulares que compran la flor y se encargan por sí mismos de arreglarlas.
Las ventas que registra el sector para esta festividad suponen un incremento del 50 por ciento respecto a un día normal y su importancia "es mayor que un día como San Valentín".
Asimismo, la presidenta del sector a nivel andaluz ha llamado la atención sobre el intrusismo en estos días. "Siempre hay algún vendedor callejero ilegal, pero las administraciones públicas poco pueden hacer", ha señalado.
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