La delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía en Córdoba, María Ángeles Luna, les ha recibido a la entrada del Hospital Materno Infantil, donde se han dando cita numerosos profesionales del hospital, entre ellos la directora gerente del centro, Marina Álvarez, así como la presidenta de Acción Social de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Elena Landauro, y el presidente de Vespa Tour Córdoba, Manuel Ramírez, entre otros.
Además, los pilotos de Vespa Tour Córdoba han hecho entrega de regalos a los niños ingresados en el complejo sanitario cordobés. Este grupo de moteros cordobeses ha llegado al centro cordobés tras visitar a pacientes pediátricos del área de oncología de toda Andalucía en su recorrido de más de 1.600 kilómetros en vespa durante seis días.
En cada hospital que han visitado han recogido una pancarta realizada por los niños, que posteriormente han entregado a los pequeños del hospital que visitaban al día siguiente. Así, este martes también han hecho lo propio en el Hospital Reina Sofía y han subido a la tercera planta para entregar la pancarta a los niños y sorprenderles con regalos.
Esta iniciativa nació en Córdoba en el año 2013 y, en esencia, permite que un grupo de amantes de este tipo de motocicletas visite a niños con enfermedades oncológicas en los hospitales en los que se encuentran ingresados.
La edición de este año les ha permitido viajar por la comunidad andaluza con el objetivo de llevar alegría a los niños con cáncer hospitalizados en Jaén, Granada, Almería, Málaga, Algeciras, Sevilla y, de vuelta, Córdoba. El objetivo de los promotores de la ruta es hacer un viaje solidario con el que concienciar sobre la enfermedad y recaudar fondos que se entregarán a la Asociación Española contra el Cáncer.
Esta nueva edición les ha permitido compartir con los niños y sus familias momentos de felicidad y trasladarles toda su energía. El equipo Vespa Tour Córdoba pasó en su primera edición por ciudades españolas y llegaron hasta Roma (Italia), en la segunda recorrieron Portugal y España y el año pasado se centraron en el territorio nacional.
En sus inicios, la expedición se planteó como un viaje de placer de tres amigos entre Córdoba y Milán (Italia) a bordo de varias vespas, si bien el fallecimiento por cáncer de uno de ellos truncó sus planes. Cambiaron Milán por Roma y se propusieron retomar el proyecto en memoria de su amigo con un trasfondo solidario: recaudar fondos para luchar contra la enfermedad que se había llevado a su amigo.
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