Un incendio en la zona de Puerto del Cajón, al este de Los Ángeles, se propagó este martes a gran velocidad, forzando la evacuación de más de 82.600 personas, según las autoridades. Esto ha causado que el gobernador de California, Jerry Brown, declarase el estado de emergencia para el condado de San Bernardino, a causa de este incendio.
Unas 34.500 viviendas están amenazadas por las llamas. El fuego ya ha acabado con más de 3.600 hectáreas. El estado de emergencia promulgado por el gobernador permite movilizar a todas las agencias gubernamentales californianas para luchar contra los incendios.
Después de cinco años de una sequía y en plena ola de calor en el desierto californiano era inevitable que se produjese este incendio. Hasta el momento, de los 700 efectivos movilizados, dos bomberos han sufrido heridas leves.
Las autoridades aseguran que no se han registrado víctimas por el incendio, pero han advertido de la peligrosidad del mismo, aunque no han podido estimar todavía los daños de las llamas y del humo.
La temporada de incendios ha afectado gravemente a California, y de forma paralela en el norte del Estado más poblado del país, donde se desarrolla otro voraz incendio. A unos 160 kilómetros al norte de San Francisco, una región ya duramente afectada por un gigantesco incendio en 2015, las llamas aterrorizaban nuevamente a la población desde el sábado pasado.
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