La Junta se remite a la última EPA para ver "viable" la meta de bajar el abandono temprano al 15% en 2020

EUROPA PRESS

La Junta de Andalucía se ha remitido a los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al primer trimestre de 2016, para tildar de "positiva" la evolución de Andalucía en lo que se refiere a la tasa de abandono escolar temprano, cuyo objetivo de descenso hasta el 15 por ciento para el año 2020, incluido en el Plan andaluz de Éxito Educativo, ve "viable" de continuar esta tendencia.

Según han indicado a Europa Press fuentes de la Consejería de Educación, los últimos datos conocidos confirman la evolución andaluza, ya que en el primer trimestre de 2016 la tasa asciende al 23,3 por ciento, a menos de cuatro puntos de la media nacional (19,4%): el dato de 2015 situaba a Andalucía en el 24,9 por ciento, casi cinco puntos por encima de la media nacional de 20 por ciento.

El Instituto Nacional de Estadística calcula cada trimestre la llamada 'media móvil' que consiste en hallar la media de los datos de los últimos cuatro trimestres de la EPA. De esta manera, al final de cada año la media móvil coincide con la media del año en cuestión.

Con esta media móvil, Andalucía se sitúa en una tasa del 24,4 por ciento de abandono educativo temprano --España, en el 19,8 por ciento--. El descenso de Andalucía en este trimestre, en términos de media móvil, es el tercero mayor de las 17 comunidades autónomas, solo superado por Extremadura y Navarra.

El Consejo de Gobierno de Andalucía ya ha acordado iniciar los trámites para la elaboración del Plan de Éxito Educativo. Así, se cuenta con dicho documento, realizado por la Consejería de Educación en coordinación con grupos de trabajo integrados por profesionales de la Inspección Educativa, el profesorado, la asociaciones de padres y madres, los equipos directivos y de orientación, las corporaciones locales, los centros de profesorado y el Consejo Escolar de Andalucía.

El plan incluirá medidas de prevención, intervención y de compensación para incrementar las tasas de titulación en Bachillerato o Formación Profesional del 75,1 por ciento al 85 por ciento de la población de entre 18 y 24 años; favorecer la atención a la diversidad de capacidades, intereses y expectativas del alumnado; potenciar la formación del profesorado; priorizar las metodologías innovadoras; impulsar el prestigio docente; y fomentar la implicación de las familias y las administraciones locales en el sistema educativo.

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