Según el fiscal, el acusado, médico de profesión con consulta en el Centro de Salud Legazpi de la capital, el 26 de agosto de 2014, sobre las 16:30 horas, aprovechando la consulta médica practicada a una paciente de veinticinco años que acudía a la misma por un problema de bazo o cistitis, "le indicó que se bajara la falda y ropa interior y se colocarla en la camilla".
A continuación, el médico le extrajo los pechos del sujetador y le realizó tocamientos. Finalmente, transcurridos unos 20 minutos, le indicó que se vistiera y se sentara en una silla dando por finalizada la visita tras manifestarle haberle efectuado la exploración descrita para conseguir separar su vagina del recto a fin de que la paciente pudiera tener relaciones sexuales sin dolor por la cistitis.
Como consecuencia de los hechos descritos, la joven sufre trastorno de estrés postraumático crónico, así como un cuadro de depresión con sentimiento de tristeza, culpa, autocrítica y decepción consigo misma.
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