Todo esto a pesar de que el año pasado todos los países de la Región Europea de la OMS registraron cero casos autóctonos de malaria, al igual que ocurrió en 2014 en otros países como Argentina, Costa Rica, Iraq, Marruecos, Omán, Paraguay, Sri Lanka y los Emiratos árabes Unidos.
Además, el organismo estima que 21 países ya están en condiciones de erradicar la enfermedad, de los cuales 6 son de África, continente donde hay una mayor carga de malaria. Del mismo modo, desde el año 2000 las tasas de mortalidad han disminuido a nivel mundial un 60 por ciento y, en los países africanos un 66 por ciento entre todos los grupos de edad y un 71 por ciento entre los menores de cinco años.
"Nuestro informe arroja luz sobre los países que están bien encaminados para eliminar esta patología. Ahora bien, aunque elogiamos a estos estados, creemos que es urgente aumentar la inversión para frenar las altas tasas de transmisión de la malaria, especialmente en la región de África", ha argumentado el director del Programa Mundial contra la Malaria de la OMS, Pedro Alonso.
AUMENTAR LA FINANCIACIÓN
Por ello, la organización ha instado a los diferentes gobiernos a reforzar la vigilancia de los casos para identificar brechas en la cobertura y ha asegurado que para erradicar la enfermedad se necesitarán entre 2,2 millones de euros (2,5 millones de dólares) y 7,7 mil millones de euros (8,7 mil millones de dólares) en 2030.
"A través de una financiación sólida y voluntad política, los países afectados pueden acelerar el progreso hacia la eliminación de la malaria y contribuir a una agenda de desarrollo más amplia, tal y como se establece en la 'Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030'", ha recalcado la OMS.
Finalmente, el organismo ha recordado que los logros ya alcanzados han sido posible gracias al incremento de las mosquiteras, la fumigación de interiores, las pruebas de diagnóstico rápidas y las terapias combinadas basadas en la artemisinina.
"No obstante, la eficacia de las herramientas que consiguieron luchar contra la malaria en los primeros años de este siglo se ve ahora amenazada, porque se están produciendo resistencias a los insecticidas utilizados en las mosquiteras, así como a los medicamentos antimaláricos. Por ello, los nuevos avances contra esta enfermedad van a requerir nuevas herramientas y la refinanciación adicional de las nuevas tecnologías", ha apostillado la OMS.
El año pasado, por primera vez, la Agencia Europea de Medicamentos emitió un dictamen científico positivo de una vacuna contra la malaria y, en enero de 2016, la OMS recomendó proyectos piloto a gran escala de la vacuna en varios países africanos, lo que podría allanar el camino para un despliegue más amplio en los próximos años.
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