CASI LA MITAD DEL PATRIMONIO MUNDIAL NATURAL ESTÁ AMENAZADO POR LA INDUSTRIA

- Doñana está incluida entre los sitios en riesgo, según un informe de WWF. Casi la mitad de todas las áreas naturales inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco están amenazadas por actividades industriales dañinas, como la exploración de gas y petróleo, la minería y la tala ilegal, según un informe de WWF hecho público este miércoles.
A la luz de los resultados del informe, WWF ha iniciado una campaña para defender estos tesoros naturales, bajo el lema ‘Juntos, salvemos nuestro patrimonio común’. La iniciativa destaca las amenazas de tres de estos emblemáticos espacios y uno de ellos es el Parque Nacional de Doñana (Andalucía).
El informe, realizado para WWF por Dalberg Global Development Advisors, indica que los sitios naturales de la Lista del Patrimonio Mundial contribuyen al desarrollo económico y social al proteger el medio ambiente, pero también detalla los fracasos globales para proteger estas áreas de valor universal excepcional.
La Lista del Patrimonio Mundial cuenta con 229 bienes mixtos (culturales y naturales) o naturales, de los que 114 tienen concesiones de gas, petróleo o minería dentro de sus límites o a su alrededor, o están amenazados por al menos otra actividad industrial dañina.
Doce de estos sitios están en la UE y están protegidos por las leyes comunitarias de la naturaleza (las Directivas de Aves y de Hábitats), como Doñana, la Laurisilva de Madeira (Portugal), el Parque Nacional de Pirin (Bulgaria) o los lagos de Plitvice (Croacia).
“Los sitios del Patrimonio Mundial deberían recibir los niveles más altos de protección y, sin embargo, generalmente no somos capaces de salvaguardar esta importante parte de la superficie de la Tierra”, afirmó Marco Lambertini, director general de WWF Internacional.
“Todos estamos de acuerdo en que estos son algunos de los lugares más valiosos y excepcionales del planeta; ahora necesitamos trabajar juntos para permitir que estos sitios sigan proporcionando bienestar a las personas y la naturaleza”, añadió.
ONCE MILLONES DE PERSONAS
Por otro lado, WWF indicó que más de 11 millones de personas (una población mayor que la de Portugal) dependen del agua, los alimentos y otros recursos que les proporcionan los sitios de la Lista del Patrimonio Mundial, y que se podrían ver afectadas de manera negativa por los impactos de actividades industriales dañinas llevadas a cabo en gran escala.
“Tenemos que abrir los ojos y reconocer que no sólo es cierto que las personas protegen estos sitios, sino que estos sitios protegen a las personas. Los gobiernos y las empresas necesitan dar prioridad al valor a largo plazo y no a las ganancias a corto plazo, y respetar el estatus de estos lugares maravillosos”, comentó Lambertini, antes de señalar que “debemos alejarnos de las actividades industriales dañinas y centrarnos en alternativas sostenibles que aumenten el valor de los sitios del Patrimonio Mundial y los beneficios que proporcionan”.
El estudio también muestra que más del 20% de los sitios del Patrimonio Mundial natural están amenazados por múltiples actividades industriales dañinas. Un ejemplo es el Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice, amenazado por la construcción insostenible en sus costas, la tala a gran escala de los manglares, la escorrentía agrícola dañina y la probabilidad de exploraciones petroleras dañinas, lo que pone en riesgo el bienestar de 190.000 personas, la mitad de la población del país.
“Conservar el medio ambiente no limita las oportunidades económicas, sino que nos permite construir de manera sostenible sobre la base de este capital irremplazable”, declaró Roberto Troya, director para América Latina y el Caribe de WWF, quien apuntó que “las amenazas a los sitios del Patrimonio Mundial en lugares tan diversos como Belice, España y Tanzania demuestran que los riesgos están en todas partes y demandan que aunemos esfuerzos para proteger estas áreas esenciales”.
WWF reclama en el informe que el sector privado se comprometa en el principio de no intervención para abstenerse de realizar actividades que puedan degradar los sitios del Patrimonio Mundial y negar financiación a proyectos que incluyan actividades industriales dañinas en esos lugares o a las compañías que los realizan.
Además, pide a los gobiernos nacionales que garanticen que no se permitan actividades industriales dañinas en los sitios del Patrimonio Mundial o en áreas que los pudieran afectar de manera negativa, y someter a las empresas multinacionales que tengan sede u operen en sus territorios a los más altos estándares de responsabilidad y administración corporativos.

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