Palestinos e israelíes se acusaron mutuamente este jueves en la ONU de estar en el origen de su conflicto: los primeros denunciaron la colonización israelí y los segundos respondieron que son los palestinos quienes no reconocen al estado judío.
Mientras este cruce de palabras tenía lugar, recrudecían en Siria las tensiones y la arena diplomática de la ONU proseguía su esfuerzo desesperado por poner fin a la violencia.
En el campo latinoamericano, en el transcurso del jueves la canciller venezolana Delcy Rodríguez, que iba a tomar la palabra en nombre de su presidente, Nicolás Maduro, canceló su participación sin que se conocieran más detalles.
Al tomar el podio, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, denunció que los "planes expansionistas" de Israel destruyen "cualquier posibilidad de una solución de dos estados".
"Aquellos que crean en una solución de dos estados deben reconocer a ambos estados, y no sólo a uno de ellos, añadió Abas.
Poco después, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, utilizó el estrado para contradecir directamente a Abas: "Este conflicto no es por los asentamientos (israelíes en la Cisjordania ocupada), nunca lo ha sido".
"Siempre fue por la existencia del estadio judío", aseguró en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
El aumento de la violencia en la región ha dejado 230 palestinos y 34 israelíes muertos desde octubre, debido a la frustración de los palestinos por el aumento de las colonias israelíes.
Washington dijo el mes pasado que estaba "profundamente preocupado" por el anuncio de que Israel había aprobado la construcción de 463 viviendas para colonos judíos en la Cisjordania ocupada.
La jornada en la ONU estuvo nuevamente marcada por los esfuerzos de la comunidad internacional para revivir un endeble cese del fuego en Siria, que había sido negociado hace una semana por Estados Unidos y Rusia y que naufragó aparatosamente el lunes.
Este jueves se vivieron violentos combates en los barrios de las afueras de Alepo, donde los bombardeos provocaron numerosos incendios.
El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, y el canciller ruso, Sergei Lavrov, abrieron una nueva reunión de urgencia del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, la segunda tentativa en dos días para revivir el cese de hostilidades en Siria.
El presidente estadounidense, Barack Obama, admitió su incapacidad de poner fin a la brutal guerra civil. "Siempre hay cosas que pienso que podría haber hecho mejor", dijo en una entrevista.
"Un buen ejemplo de esto último es la situación en Siria, que me persigue constantemente", añadió.
Entretanto, en el campo latinoamericano, la canciller venezolana Delcy Rodríguez inauguró un mural en el popular barrio del Bronx de Nueva York con la imagen del fallecido líder Hugo Chávez.
"El comandante Chávez tenía un sentimiento especial hacia este vecindario", dijo Rodríguez en inglés a un grupo de periodistas. "Por eso estamos aquí, porque sentimos que ustedes son como nosotros".
El chavismo tiene una cercana relación con los habitantes del Bronx desde 2006, año en que el barrio comenzó a recibir combustible venezolano a bajo precio.
La canciller Rodríguez, que inicialmente iba a intervenir en la ONU en nombre de su presidente, Nicolás Maduro, canceló su participación del jueves sin divulgar las razones. La misión de Venezuela ante la ONU no respondió las preguntas de AFP.
Maduro enfrenta una severa crisis política, económica y social en su país.
El miércoles, el poder electoral venezolano descartó la posibilidad de que el referendo que busca realizar la oposición para revocar su mandato se realice este año. Esta decisión imposibilita de hecho un cambio de gobierno.
En tanto, el presidente boliviano, Evo Morales, dijo en una conferencia de prensa que no pretende postularse a un nuevo mandato presidencial más allá del fin de su actual gestión, en enero de 2020.
En febrero, fracasó un referendo que buscaba abrir las puertas a una reelección mediante una reforma Constitucional.
En su discurso, el presidente de Irán, Hassan Rohani, urgió a Estados Unidos a respetar su parte del acuerdo nuclear firmado el año pasado entre las grandes potencias y la república islámica.
"La falta de respeto (del acuerdo) de parte de Estados Unidos desde hace varios meses es un enfoque erróneo que debe ser rectificado inmediatamente", declaró ante el pleno de la Asamblea.
El pacto permitió la eliminación de algunas sanciones internacionales impuestas a Irán a cambio del compromiso de Teherán de limitar su programa nuclear al sector civil y de no desarrollar armas atómicas.
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