Según el texto de la iniciativa, este Real Decreto "supone el desarrollo de uno de los aspectos más rechazados y dañinos de una Ley rechazada por la mayor parte de la comunidad educativa y del Congreso en la anterior legislatura, como manifestó en su sesión del 5 de abril de 2016".
Además, continúa la exposición de motivos, "en el actual contexto político en el que la totalidad de las fuerzas políticas del Congreso han manifestado su voluntad de, al menos, paralizar el desarrollo de la ley", en referencia a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), "supone un contrasentido y una actuación arbitraria por parte del gobierno en funciones".
Por otro lado, el Grupo Parlamentario de Podemos destaca que, con el curso ya comenzado, en caso de no paralizarse, "tanto los profesionales de la educación como los estudiantes se enfrentarán a finales del presente curso a una pruebas de las que nada saben".
En este sentido, constata que no ha existido posibilidad alguna de introducir en la programación anual los elementos que pudieran facilitar a los estudiantes la superación de las reválidas.
RECHAZO A LAS REVÁLIDAS
Asimismo, Podemos reitera su rechazo a este tipo de pruebas externas porque no tienen en cuenta los resultados académicos y suponen dejar sin validez los años cursados durante cada etapa y el criterio de los profesores.
También esgrime que las reválidas excluyen a los jóvenes del sistema educativo, ya que el alumnado que haya superado la ESO pero no apruebe estas evaluaciones "no podrá optar ni por Bachillerato ni por un Grado Medio de Formación Profesional, sino que se verá abocado a estudiar FP Básica", lo que, a juicio de Podemos, dificulta la continuidad en el sistema educativo y la inserción en el mercado laboral y "abunda en el abandono escolar temprano".
Por otra parte, Podemos critica que las reválidas "responden a un planteamiento de la educación como una carrera constante de obstáculos que condiciona el esfuerzo educativo, fomenta la competitividad frente a la colaboración y favorece aprendizajes memorísticos sin tener en cuenta el desarrollo integral del estudiante".
También critica que la posibilidad de hacer públicos los resultados de estas pruebas "fomenta el establecimiento de rankings educativos que potencia la existencia de escuelas de primera y escuelas de segunda lo que conculca el principio compensador de la educación en las sociedades democráticas y facilita el incremento de las desigualdades sociales y personales".
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