La aeronave, que había partido desde Santa Cruz (Bolivia) y se dirigía a Medellín (Colombia), se estrelló en el departamento colombiano de Antioquia. A bordo viajaban 81 pasajeros y tripulantes, de los cuales sólo han sobrevivido seis --dos tripulantes, tres jugadores y un periodista-- que están siendo atendidos en hospitales y clínicas cercanas.
Unas 150 personas trabajan en la zona del siniestro para recuperar los restos humanos. Según un comunicado de Aeronáutica Civil, se han evacuado ya 72 cuerpos, trasladados inicialmente a una base de la Fuerza Aérea para luego ser enviados a Medellín.
Un 70 por ciento de los cuerpos se encontraban en el interior del fuselaje, mientras que el 30 por ciento restante estaba en los alrededores. Los seis supervivientes fueron hallados también fuera de la principal estructura del avión.
El Grupo de Investigación de Accidentes de la Aeronáutica Civil trabaja también para localizar las cajas negras y tratar así de averiguar los motivos de este suceso. El piloto supuestamente avisó al aeropuerto de Medellín de que el aparato había sufrido un fallo eléctrico, si bien algunas fuentes han apuntado como posible causa al mal tiempo en la zona.
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