El descubrimiento se produjo al proceder la Guardia Civil al registro de un monovolumen con matrícula nacional ocupado, en principio, por una sola persona, que accedía a la ciudad de Melilla. Al iniciarse el reconocimiento, la policía detectó que podría ser un vehículo utilizado por las mafias que trafican con personas.
Tras el registro se localizó un fondo habilitado bajo los asientos delanteros del vehículo, donde se encontraban ocultas las cuatro personas, que empezaron a pedir auxilio tras ser descubiertos. La situación era crítica debido a la alta temperatura y la falta de aire en el habitáculo, por lo que los Bomberos tuvieron que cortar el vehículo con una radial.
El conductor del vehículo se encuentra en disposición judicial como presunto autor de un delito contra los ciudadanos extranjeros. Los auxiliados, que no tenían documentos, son una mujer y tres varones que requirieron atención sanitaria, aunque están fuera de toda gravedad, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
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