LA TIERRA SE CALENTARÁ ESTE SIGLO ENTRE 2 Y 4,9 GRADOS

Existe un 90% de probabilidades de que la temperatura del planeta aumente a finales de este siglo entre 2,0 y 4,9 grados, con lo que se superaría el objetivo de los dos grados recogidos en el Acuerdo de París, que suponen un punto de inflexión a evitar mediante la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Ésta es la proyección realizada por cinco investigadores estadounidenses en un estudio publicado en la revista ‘Nature Climate Change’, donde ven “muy poco probable” que la Tierra se quede por debajo de ese límite de los dos grados.
El Acuerdo de París, que es el primer tratado universal de lucha contra el cambio climático y fue adoptado en diciembre de 2015 por 195 países y la UE, tiene como objetivo principal “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales”.
El estudio publicado en ‘Nature Climate Change’ indica que existe sólo un 5% de probabilidades de que el planeta se caliente menos de 2ºC a finales de este siglo y un 1% de que el calentamiento se sitúe como mucho en 1,5ºC, otra temperatura límite también recogida en el Acuerdo de París.
“Nuestro análisis muestra que el objetivo de los dos grados es mucho mejor”, apunta Adrian Raftery, autor principal del estudio profesor del Departamento de Estadísticas de la Universidad de Washington, quien añade que evitar este límite “es factible, pero sólo con un esfuerzo importante y sostenido en todos los frentes durante los próximos 80 años”.
Raftery precisa que este estudio “es compabile con las estimaciones anteriores” de incremento de la temperatura global, pero considera “improbable que se produzcan las proyecciones más optimistas”. “Estamos más cerca del margen de lo que pensamos”, asevera.
El último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) incluye las tasas futuras de calentamiento de la Tierra en función de cuatro escenarios futuros de emisiones de gases de efecto invernadero, que oscilan entre las emisiones ‘normales’ de las economías emergentes hasta los serios esfuerzos mundiales por dejar atrás los combustibles fósiles.
“El IPCC tenía claro que esos escenarios no eran pronósticos. El gran problema con los escenarios es que no sabes lo probables que son y si abarcan toda la gama de posibilidades o son sólo algunos ejemplos. Científicamente, este tipo de enfoque narrativo no era totalmente satisfactorio”, agrega Raftery.
‘INTENSIDAD DE CARBONO’
La nueva investigación se centra en tres elementos que sustentan los futuros escenarios de emisiones contaminantes: la población mundial total, el producto interior bruto por persona y la cantidad de carbono emitida por cada dólar de actividad económica, conocida como ‘intensidad de carbono’.
Mediante proyecciones estadísticas para cada uno de esas tres variables basadas en 50 años de datos anteriores en países de todo el mundo, el estudio halla como valor medio una subida de 3,2ºC en 2100 y un 90% de probabilidades de que el calentamiento sea de entre 2,0 y 4,9ºC.
“Los países abogaron por la meta de 1,5ºC debido a los graves impactos en sus medios de vida que resultarían de superar ese umbral. Por cierto, los daños causados por el calor extremo, la sequía y el aumento del nivel del mar serán mucho más graves si se deja que la temperatura sea de 2ºC o más”, apunta Dargan Frierson, profesor asociado de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Washington y coautor del estudio, quien añade: “Es necesario un cambio abrupto de rumbo para lograr estos objetivos”.
Raftery trabajó previamente en las proyecciones de las Naciones Unidas para la futura población mundial. En un estudio de 2014, utilizó estadísticas bayesianas, una herramienta común utilizada en las estadísticas modernas para demostrar que es poco probable que la población mundial se estabilice en este siglo, puesto que cree que el planeta tendrá 11.000 millones de personas en 2100.
En el nuevo estudio, Raftery esperaba encontrar que poblaciones más altas incrementarían las proyecciones para el calentamiento global. En cambio, se sorprendió al saber que la población tiene un impacto bastante pequeño, lo que se debe a que la mayor parte del aumento demográfico será en África, que utiliza pocos combustibles fósiles.
Así, los investigadores indican que lo que más importa para el futuro calentamiento es la ‘intensidad de carbono’, esto es, la cantidad de emisiones de carbono producidas por cada dólar de actividad económica. Ese valor ha disminuido en las últimas décadas a medida que los países aumentan la eficiencia y promulgan normas para reducir las emisiones de carbono. La rapidez con la que ese valor disminuye en las próximas décadas será crucial para determinar el futuro calentamiento.
El estudio encuentra una amplia gama de posibles valores de ‘intensidad de carbono’ en las próximas décadas, dependiendo del progreso tecnológico y los compromisos de los países para implementar cambios. "En general, las metas expresadas en el Acuerdo de París son ambiciosas, pero realistas. Las malas noticias son que es improbable que sean suficientes para alcanzar el objetivo de mantener el calentamiento en o por debajo de 1,5 grados", concluye Raftery.

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