El equipo brasileño Chapecoense, que viajaba en el vuelo accidentado en Colombia esta madrugada, tuvo que cambiar a última hora sus planes cuando las autoridades de aviación de su país le impidieron coger el avión que habían alquilado para desplazarse a Medellín.
Esta decisión de última hora cambió la suerte de este equipo de la primera división de la liga de fútbol brasileña, que se preparaba para disputar la final de la Copa Sudamericana (equivalente a la Europa League europea) frente al Atlético Nacional de la ciudad colombiana de Medellín.
Los brasileños se habían clasificado el pasado 24 de noviembre tras empatar a cero en casa frente al argentino San Lorenzo, haciendo valer el empate a uno que cosecharon a domicilio.
El cambio de avión retrasó al equipo dos horas sobre el plan de viaje previsto inicialmente. Partieron hacia Colombia en un vuelo de la compañía LaMia desde el Aeropuerto de Viru Viru, en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra. Estaba previsto que el avión, que transportaba a 81 personas (72 pasajeros y 9 miembros de la tripulación) llegase al aeropuerto de Rio Negro (Colombia) a medianoche, hora local.
Los testigos del accidente vieron que el aparato se precipitaba hacia el Cerro El Gordo, en el municipio de La Unión, en el departamento de Antioquía.
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