La mayor parte de los animales que llegan a La Alfranca son recogidos por los Agentes de Protección de la Naturaleza, casi un 66 por ciento en 2016, aunque los particulares cada vez toman más conciencia de su contribución a la conservación de las especies y este año han contribuido con el 11 por ciento de las entregas.
Las entradas se producen sobre todo durante la primavera y el verano. El pasado mes de julio se registraron 12,5 ingresos de media por día. Esto se debe principalmente a la entrada de pollos o ejemplares jóvenes en sus primeros días de vuelo, que ingresan desnutridos, perdidos, atropellados o por colisiones entre las causas principales. Con respecto a las causas de los ingresos, la mayor parte de ellas se deben a colisiones (28 por ciento) y atropellos (26 por ciento).
En cuanto a la procedencia el mayor número de entradas corresponden con el corredor del Ebro, procedentes de las comarcas de Zaragoza, Ribera Baja del Ebro y Ribera Alta del Ebro, que representa el 38 por ciento respecto al total de ingresos.
En su gran mayoría los animales que ingresaron fueron aves, un 79 por ciento del total; seguidas a distancia de mamíferos, reptiles y anfibios. Dentro de la primera tipología destacan las rapaces diurnas como el buitre leonado o el cernícalo vulgar y otras aves como la cigüeña común.
Entre los mamíferos destacan el tejón y el erizo europeo, siendo reseñable cómo el número de murciélagos aumenta año tras año. Respecto a los reptiles los más numerosos son la tortuga mediterránea occidental y el galápago leproso.
UN 55% SE RECUPERAN
De todos los animales entregados vivos y tras el adecuado tratamiento, un 55 por ciento se recuperan y son puestos en libertad en el medio natural con garantías suficientes de supervivencia.
Por otra parte, con los animales que ingresan sin vida el centro de recuperación actúa como centro de diagnóstico de la causa de sus muertes. De esta forma, investiga y difunde los resultados a los responsables implicados, con el fin de decidir establecer medidas preventivas o correctoras en su caso.
Para tratar a los animales, las instalaciones, gestionadas por la empresa pública SARGA, cuentan con un área de recepción y control, sala de curas, laboratorio, sala de rayos X, quirófano, sala de cuidados intensivos, sala de cría, cocina, sala de necropsias, jaulas de hospitalización y parques de vuelo.
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