Año Nuevo en el frente para los pilotos de la coalición antiyihadista

  • "Feliz Año Nuevo" se desean por radio los pilotos de la coalición contra el grupo Estado Islámico (EI), mientras sobrevuelan en las primeras horas de 2016 el cielo de Siria e Irak con la única obsesión de atacar a los yihadistas sin caer en sus manos.

"Hoy todo el mundo se desea 'Happy New Year'", en inglés, a través de la radio, explica el capitán Pierre, un piloto de caza francés recién llegado de una misión en Irak. Por razones de seguridad, los militares franceses sólo indican su nombre.

Varios países, entre ellos Francia, Reino Unido y Estados Unidos, formaron una coalición internacional para luchar contra el EI en Siria e Irak, mediante numerosos ataques aéreos.

En Navidad, algunas tripulaciones de los aviones de repostaje en vuelo habían desplegado una pequeña guirnalda en sus carlingas. Y, tras los atentados de París, pilotos estadounidenses y australianos saludaban a sus compañeros franceses con algunas palabras en francés como muestra de solidaridad.

"A los rusos, en cambio, nunca los vemos, pero los escuchamos en la radio", precisa Pierre, ajustado aún a su mono de vuelo, con una pistola automática y una baliza de socorro a mano.

Rusia lanzó el 30 de septiembre bombardeos en Siria, pero los países occidentales la acusan de apoyar al presidente sirio Bashar al Asad en lugar de luchar contra el EI.

El capitán Pierre, estacionado en una base jordana cuya localización no quieren las autoridades locales que se sepa, ha sido uno de los primeros en despegar hacia el "frente" contra el EI este 1 de enero.

"Nos hemos levantado a las cuatro de la madrugada, y hemos despegado a las 06H00" para una misión como las otras, efectuadas cada dos o tres días, explica.

Un vuelo de cinco horas, con tres abastecimientos, busca aportar apoyo aéreo a los combatientes kurdos cerca de la ciudad de Sinjar, en el norte de Irak. Al final, los dos aviones franceses implicados en la misión no han atacado.

El EI, a la defensiva tras varias derrotas consecutivas contra las fuerzas iraquíes y kurdas, parece "paralizado" en este sector, resume un oficial francés.

El riesgo de averías, turbulencias, error técnico y el miedo a caer en territorio enemigo siguen siendo una preocupación diaria.

"Enfrente tenemos un verdadero ejército. Sabemos que en caso de eyección nos convertiremos en la prioridad número uno de Dáesh [acrónimo del EI en árabe]", constata modestamente el capitán Cyril, de 29 años, a la vuelta de su primer ataque de 2016 contra el EI en Raqa (noreste de Siria), donde bombardearon enclaves petroleros.

Todos guardan en la memoria las imágenes del piloto jordano, que el grupo yihadista capturó y quemó vivo en una jaula.

Para evitar cualquier misil, los cazas vuelan a media altura, "por encima de los cinco kilómetros", explica Pierre.

"Sabemos que Dáesh recuperó material de las fuerzas iraquíes. Las tripulaciones (...) de la coalición ya han constatado lanzamientos de sistemas tierra-aire [misiles]", confiesa.

En caso de eyección, helicópteros de la coalición se encuentran ya listos para ir a recuperar a la tripulación. "Pero esto es aún más arriesgado que en Afganistán", donde el enemigo ocupaba menos terreno y estaba menos organizado, señala Cyril.

A pesar del riesgo, los pilotos mantienen su determinación, sobre todo después de los atentados del 13 de noviembre en París. "Somos conscientes de que hacemos un trabajo importante y sentimos un cierto orgullo", asegura Pierre.

vl/iw/tjc

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