Antigua guerrilla albanesa amenaza a Serbia con retomar armas por monumento

Belgrado, 26 dic.- Los excomandantes de una antigua guerrilla separatista de los albaneses de una región del sur de Serbia colindante con Kosovo amenazaron hoy con volver a la lucha armada si las autoridades de Belgrado retiran un monumento a sus combatientes.

Los miembros del Ejército de Liberación de Presevo, Medvedja y Bujanovac (UCPMB) advirtieron en los medios locales de que están dispuestos a ponerse de nuevo "las botas y los uniformes y tomar las armas".

"Esperaremos un poco más para ver si los políticos arreglan las cosas. Si no lo hacen, estamos preparados como nunca hasta ahora", dijo Lulzim Ibisi, excomandante del UCPMB, en declaraciones a la agencia de noticias serbia Fonet.

Esa guerrilla luchó durante seis meses en 2000 y 2001 contra el Ejército y la Policía serbios en el sur de Serbia, y reivindicaba que las zonas de Presevo, Bujanovac y Medvedja se unieran a Kosovo.

Fue disuelta en mayo de 2001 conforme a un acuerdo de paz para el sur de Serbia logrado gracias a la mediación internacional.

Las amenazas tienen lugar después de que el primer ministro serbio y titular del Interior, Ivica Dacic, pidiera a los líderes locales de Presevo retirar el monumento a los combatientes del UCPMB, instalado hace varias semanas en el centro de la ciudad, porque de lo contrario las autoridades serbias lo harán a la fuerza.

Hoy, en reacción a las amenazas de los exguerrilleros, Dacic declaró que la comunidad internacional ha sido informada del monumento en Presevo, del que dijo que es una provocación "con que se pretende mostrar que Serbia no controla parte de su territorio".

"Eso no es posible, absolutamente, y puede amenazar quien quiera, el Estado es más fuerte que cualquier amenaza", dijo Dacic hoy, citado por la agencia Tanjug, al señalar que el monumento ha sido instalado en contra de las leyes de Serbia.

"Esperamos que ese asunto quede solucionado en las próximas semanas. Pudo haber sido solucionado en un día, pero hemos mostrado buena voluntad de no echar aceite al fuego. Pero si no lo quieren así, lo haremos a la fuerza", indicó el primer ministro.