Aparece el cuerpo sin vida de la mujer desaparecida con 92 años en Moratalaz

Los vecinos del madrileño barrio de Moratalaz llevan ocho días buscando a Macarena Correas Díaz, una mujer de 92 años que desapareció en extrañas circunstancias después de acudir a la peluquería a las cuatro de la tarde, de donde salió tras teñirse y peinarse. No regresó a su vivienda. Hoy la Policía ha comunicado a sus familiares que su cuerpo ha sido encontrado sin vida cerca de donde vivía. Todavía se seguían pegando carteles de su búsqueda en las tiendas donde conocía a esta "luchadora" cuando llegó el desenlace. Muy "hogareña", no tenía conflictos con nadie. Ahora se investigan las causas de su fallecimiento.

Sus familiares los primeros días pensaron en la posibilidad de que hubiera sufrido algún percance en la calle y estuviera ingresada en algún hospital, pero según pasaban los días la idea se desvanecía. Tenían claro que no había podido desorientarse porque para su edad "estaba perfectamente", relataba su sobrina Julia a La Información. Ella es la que habla de Macarena como una gran luchadora. Madre soltera, toda la vida ha vivido en el madrileño barrio de Moratalaz desde que llegara a Madrid. Trabajaba en distintas empresas de limpieza de oficinas hasta que se jubiló sacando adelante su hogar. 

Hace ocho días tenía cita en su peluquería habitual a la que solía acudir cada mes. Desde que se decretara el estado de alarma era su hijo el que hacía todas las compras para que no saliera  a la calle. Esa tarde acudió a teñirse y peinarse "más habladora de lo normal", recuerdan en el establecimiento, contenta de poder por fin arreglarse el pelo. Cuando acabó salió del establecimiento, a escasos 300 metros de su casa "muy contenta", recordaba Julia. Y ahí empezó su búsqueda. 

Agentes de la policía visitaron la peluquería que no disponía de cámaras de seguridad. Las dependientas recuerdan que se fue "como en cualquier otra ocasión". Macarena sí solía ir a las tiendas de su barrio para hacer la compra antes de que llegara la crisis sanitaria. Desde que Madrid entró en la fase 1 de la desescalada volvió a hacerlo con cautela. Ella no tenía problemas de movilidad, "aunque la pierna izquierda le costaba doblarla bien". Tampoco tomaba ningún tipo de medicación.

El hijo ya se extrañó cuando regresó a su casa y su madre todavía no había vuelto de la peluquería. Llegó a pensar que en estos días había podía haber mucho retraso por la cantidad de citas que se estaban cogiendo, pero en cuanto consideró que se retrasaba demasiado fue a la policía a denunciarlo. Macarena podía entretenerse a hablar con alguna vecina, pero "no solía ir a tomar algún café con amigas". 

Últimamente sentía más desconfianza al salir a la calle desde que sufriera un robo en su vivienda a finales de 2019. Una mujer llamó a su puerta con la excusa de que llevaba un paquete para una vecina que no estaba y quería dejarlo en su vivienda. Ahí aprovechó para entrar en la casa y robarle el dinero que le acababa de sacar su hijo del banco para el mes. Los familiares esperan ahora conocer lo que le sucedió. "Hay que esperar. Ya la tenemos con nosotros", dice su sobrina de esta "campeona que tanto luchó en la vida y no se merecía fallecer así".