"La canciller expresó su estupor y condenó este acto", dijo a la AFP una portavoz de la jefatura de gobierno, y el ministro de Interior, Thomas de Maiziere, dijo que estaba "profundamente conmocionado" por ese ataque "espantoso y cobarde".
Henriette Reker, de 58 años, se encontraba en un puesto de información de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU) en un barrio de Colonia donde hacía campaña para las municipales de este domingo cuando fue acuchillada por un hombre de 44 años que le hirió de gravedad en el cuello.
El agresor, un alemán desempleado desde hace mucho tiempo y detenido después de los hechos, "dijo que había cometido este acto con una motivación racista", indicó la policía, que no descartó que se trate de un desequilibrado.
Reker, encargada entre otros temas de la acogida de refugiados en la ciudad de Colonia, fue operada el sábado y se encontraba en estado "estable".
Candidata independiente apoyada por los conservadores (CDU) de Merkel, es una de las favoritas para la alcaldía de Colonia, la cuarta ciudad de Alemania, con 980.000 habitantes.
"Recker y Merkel nos inundan de extranjeros y refugiados", dijo el sospechoso a la policía, según el diario regional Kölner Stadtanzeiger. Según la edición digital del semanario Spiegel, este hombre, oriundo de Bonn, militaba a principios de los noventa en un partido ultraderechista ahora ilegalizado. Según la policía, ya no está en contacto con estos movimientos pero recientemente escribió comentarios xenófobos en distintos foros de la red.
Por la noche, los dirigentes y responsables políticos regionales de todas las tendencias formaron una cadena humana "contra la violencia" delante del Ayuntamiento de Colonia.
La canciller Merkel, cuya política conciliante con los migrantes recibe críticas de los suyos, viaja este domingo a Estambul.
Mientras tanto, los migrantes que intentan pasar hacia el norte de Europa por los Balcanes empezaban a llegar a Eslovenia después de que Hungría cerrara su frontera con Croacia, por donde transitaron más de 170.000 personas en un mes.
El pequeño país alpino movilizó al ejército para una asistencia estrictamente "logística" para el tránsito de migrantes hacia la vecina Austria.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó su satisfacción por el modo en que las autoridades eslovenas se estaban haciendo cargo de manera "fluida" de los refugiados, principalmente originarios de Siria, Irak y Afganistán.
Eslovenia anunció que no se opondría al tránsito hacia Austria de los migrantes que acepten registrarse mientras Alemania, destino final de la mayoría, mantenga su política de acogida.
La UE esperaba haber dado un paso decisivo el jueves para contener el flujo con su "plan de acción" destinado a incitar a Ankara a mantener a los migrantes en su territorio. Pero Turquía presionó al calificar dicho plan de simple "proyecto" con un presupuesto "inaceptable".
Un total de 2.700 migrantes entraron el sábado en Eslovenia de camino a Austria, un país que se ha distinguido por la eficacia de la acogida y la conducción de más de 250.000 migrantes llegados de Hungría en menos de dos meses.
Un tren especial con 1.200 migrantes llegó la noche del sábado de Croacia a un puesto fronterizo esloveno custodiado por un centenar de policías, según un corresponsal de la AFP. Unos 25 autocares les esperaban para llevarlos a centros de registro antes de su traslado a Austria.
"Después de un control de seguridad, son identificados por la Policía y conducidos luego hasta Sentilj (un puesto fronterizo con Austria", indicó a la prensa una portavoz de la Cruz Roja eslovena.
En los puestos fronterizos eslovenos de Petisovci y Gruskovje, en la frontera croata, grandes tiendas blancas esperaban a los refugiados para su registro oficial. En un ambiente distendido, los migrantes -principalmente hombres jóvenes, también algunas familias- eran sometidos allí a cacheo antes de declinar sus identidades y ser conducidos a Austria.
El periplo de miles de migrantes que llegan a Europa vía Grecia, Macedonia y Serbia sigue siendo peligroso: 12 migrantes murieron ahogados el sábado en el naufragio de su embarcación en aguas turcas cuando se dirigían a la isla griega de Lesbos.
Poco antes, cuatro migrantes -tres niños y una mujer- murieron ahogados cuando la embarcación en la que viajaban naufragó en el mar Egeo, cerca de la isla griega de Kalymnos.
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