Manila, 19 sep.- El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, reabrió hoy el aeropuerto de Zamboanga, mientras continúan los tiroteos en las zonas de la ciudad ocupadas por insurgentes musulmanes desde el 9 de septiembre.
Aquino indicó que la resolución de la crisis dependerá de lo rápido que puedan rescatar a los civiles que retienen como escudos humanos los rebeldes del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) que siguen las órdenes de Nur Misuari, según el portal del diario "Inquirer".
El mandatario señaló que su Gobierno está dispuesto a dialogar con cualquier grupo u organización en armas que desee la paz, y a responder con todo su poder "a aquellos que amenazan las vidas de las personas".
Al menos 86 rebeldes, siete civiles y 14 policías y soldados han muerto desde que empezó la crisis, y cerca de 200 civiles han sido liberados.
La última víctima mortal reconocida sucedió hoy y correspondió a un militar alcanzado por el disparo de un francotirador.
El Ejército ha conseguido recuperar entre el 70 y el 80 por ciento del territorio que los hombres de Misuari ocuparon en los primeros días, cuando entraron por mar en esa ciudad de mayoría cristiana situada a unos 890 kilómetros al sur de Manila, en la isla de Mindanao.
Los habitantes de la población intentan retomar la normalidad a pesar de los disparos y las barriadas cerradas, a lo que contribuye la reapertura de bancos y comercios en algunas partes de la metrópoli, y hoy del aeropuerto.
El ataque se produce al mes siguiente de que Misuari exigiera la independencia de Mindanao y otras islas del sur y denunciara que su grupo había sido excluido de las negociaciones entre el Gobierno y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI).
Misuari fundó el FMLN en 1971 y fue la principal organización musulmana en armas de Filipinas hasta que firmó la paz en 1996.
En 2001, Misuari denunció el pacto y levantó en armas a sus hombres cuando iba a perder en las urnas su cargo de gobernador de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán.
El FMLI nació de una escisión del FMLN, se fundó formalmente en 1984 y actualmente se encuentra en la fase final de sus negociaciones de paz con el Gobierno.
Según analistas filipinos, Misuari "está haciendo ruido" para boicotear las conversaciones entre el Gobierno y el FMLI.
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