Aumento de represión en Irán lleva a opositores a pedir asilo en extranjero

  • La represión en Irán contra los activistas ha aumentado considerablemente desde las elecciones presidenciales de 2009, lo que ha llevado a muchos opositores a buscar asilo político en países vecinos, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).

Beirut, 14 dic.- La represión en Irán contra los activistas ha aumentado considerablemente desde las elecciones presidenciales de 2009, lo que ha llevado a muchos opositores a buscar asilo político en países vecinos, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).

En su informe "Por qué se marcharon; Historias de activistas iraníes en el exilio", el grupo señala que ninguna organización de derechos humanos independiente puede trabajar abiertamente con la situación política actual en la República Islámica.

Además, se queja de que muchos activistas prominentes y periodistas están en prisión o exiliados, o bien sufren un acoso continuo dentro del país.

Uno de los activistas que optó por salir de Irán tras ser detenido fue Shahram Bolouri, de 27 de años, que participó en las protestas desencadenadas tras las controvertidas elecciones presidenciales en 2009 y documentó la violencia empleada contra los manifestantes por las fuerzas de seguridad.

El 23 de junio de 2009, Boulouri fue arrestado y enviado a la prisión de Evin donde permaneció casi ocho meses, en los que estuvo 45 días en una celda de aislamiento.

El joven explicó a HRW que los guardias de la prisión lo sometieron a graves torturas físicas y psicológicas: "Mi celda de aislamiento medía 2,5 metros por 1 metro. Tenía un váter y no había ventanas".

A menudo sus guardianes le ordenaban que llevara a cabo tareas insólitas.

"Un día uno de ellos me dijo 'pareces un atleta, elige tu deporte. Levántate y siéntate para mí cien veces y asegúrate de que cuentas bien", recordó Boulouri, que ejecutó esa misma orden en varias ocasiones pese a que tenía la pierna fracturada.

El 16 de febrero de 2010, el activista fue liberado tras el pago de una fianza de 200.000 dólares por parte de su familia.

Meses después, un tribunal lo condenó a cuatro años de prisión por "reunirse y conspirar contra el régimen participando en protestas y comunicándose con medios extranjeros y diseminando noticias". Boulouri apeló sin mucho éxito ya que al año siguiente una corte rechazó su recurso e incrementó la pena.

El joven decidió abandonar su país y buscó refugio en la oficina de ACNUR en Irak en julio de 2011. En la actualidad, busca asilo como refugiado en otro país.

HRW destacó que desde 2009 se ha registrado de forma notable un aumento de activistas que han pedido asilo político en otros países.

El subdirector para Oriente Medio de esa organización, Joe Stork, afirmó que "la represión posterior a 2009 ha afectado profundamente a la sociedad civil en Irán".

"Las imágenes de la policía golpeando sin piedad a los manifestantes puede que desaparecieran de la televisión y de las pantallas de los ordenadores, pero muchos activistas siguen tomando la opción dolorosa de abandonar sus casas y familias", subrayó.

Así lo demuestran los datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) que indica que 11.537 iraníes presentaron demandas de asilo en 44 países en 2009, mientras que en 2010 fueron 15.195 y 18.128, en 2011.

La mayoría fueron hechas en Turquía, donde las peticiones de asilo aumentaron un 72 % entre 2009 y 2011, y en el Kurdistán iraquí debido a su proximidad.

Pero sus problemas no acaban cuando salen del país, ya que muchos iraníes entrevistados por HRW se han quejado de las difíciles condiciones y del largo proceso que necesitan las solicitudes de asilo en lugares en Turquía y el Kurdistán iraquí.

En el caso de Turquía, sufren impedimentos en su libertad de movimientos o no pueden adquirir permisos de trabajo, mientras que en la región autónoma kurdo-iraquí son amenazados y acosados por las autoridades, que imponen regulaciones arbitrarias, a menudo por sus actividades políticas.

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