Benedicto XVI dice que no se puede ignorar a los movimientos ecologistas

Berlín, 22 sep.- Benedicto XVI hizo hoy una fuerte defensa de la ecología y de los movimientos ecologistas, afirmando que éstos suponen "un grito de aire fresco, que no se puede ignorar" y que el hombre debe escuchar el mensaje de la naturaleza y responder de manera coherente, respetando la creación y no manipulándola.

El Papa, que siempre se ha mostrado como un defensor de la naturaleza, hizo estas manifestaciones en el discurso que pronunció en el Bundestag, el parlamento federal alemán, en Berlín, en su primer día de visita oficial a Alemania.

"La aparición del movimiento ecologista en la política alemana a a partir de los años setenta, aunque quizás no haya abierto las ventanas, ha sido y es un grito que anhela aire fresco, un grito que no se puede ignorar ni relegar", afirmó el Papa.

El Pontífice agregó que gente joven "se dio cuenta que en nuestras relaciones con la naturaleza existía algo que no funcionaba, que la materia no es solamente un material para nuestro uso, sino que la tierra tiene en si misma su dignidad y debemos seguir sus indicaciones".

Para que no hubiera malas interpretaciones, Ratzinger precisó que no hacia "campaña por un determinado partido, nada más lejano de su intención", pero insistió en que cuando en la relación del hombre con la realidad hay algo que no funciona, "tenemos que reflexionar sobre los fundamentos de nuestra propia cultura".

Benedicto XVI señaló que la importancia de la ecología "es hoy indiscutible", y agregó que hay un punto "que tanto hoy como ayer se ha olvidado demasiado"; la ecología del hombre.

"También el hombre posee una naturaleza que debe respetar y que no puede manipular a su antojo arbitrariamente. El hombre no es solamente una libertad que él se crea pos sí sólo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza y su voluntad es justa cuando escucha la naturaleza, la respeta y cuando se acepta como lo que es", precisó.

Benedicto XVI volvió a defender las raíces cristianas de Europa y dijo que sobre la existencia de un Dios creador se ha desarrollado el concepto de los derechos humanos, la idea de la igualdad de todos los hombres ante la ley, la consciencia de la inviolabilidad de la dignidad humana de cada persona.

El papa teólogo aseguró que la cultura de Europa nació del encuentro entre Jerusalén, Atenas y Roma, "del encuentro entre la fe en el Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico de Roma" y que ese triple encuentro configura la íntima identidad de Europa y fijó los criterios del derecho, "por lo que defenderlos es nuestro deber en este momento histórico".