Cañizares afirma que la fe está siendo sometida "a pruebas extremas"

Valencia, 4 oct.- El cardenal Antonio Cañizares ha afirmado hoy en la homilía de su toma de posesión como arzobispo de Valencia que se viven tiempos "nada fáciles", en los que la fe está siendo sometida "a pruebas extremas".

"En esta marcha oscura por el desierto de tiempos de increencia y de una cultura de muerte, Cristo sigue viviendo en nosotros", ha dicho durante la misa celebrada en la Catedral de Valencia, para añadir que Dios "no abandonará a los hombres".

Cañizares, que sustituye a Carlos Osoro, asegura que no lleva "ningún programa pastoral previo" a la archidiócesis de Valencia, y que continuará "el camino que está en marcha".

Ha afirmado que quiere vivir "sin buscar para nada reconocimientos de ningún tipo ni defendiendo ningún interés que no sea el del Evangelio y la atención a los hombres, especialmente los predilectos del Señor, que son los pobres, los últimos, los pecadores, los indefensos, las víctimas de cualquier violencia o agresión, los enfermos, los débiles y sencillos".

La misa del cardenal Antonio Cañizares, natural de la localidad valenciana de Utiel, ha estado presidida por el nuncio apostólico del Papa en España, Renzo Fratini, y ha sido concelebrada por cinco cardenales, 48 arzobispos y obispos y cientos de sacerdotes de la diócesis, ha informado el arzobispado.

Han concelebrado la misa cardenales como Antonio María Rouco Varela, arzobispo administrador apostólico de la diócesis de Madrid, y el anterior arzobispo de Valencia Carlos Osoro, nombrado arzobispo electo de Madrid, ha participado en el acto religioso.

Representantes del ámbito político han asistido a la misa en la Catedral, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; el presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra; el presidente de Les Corts, Juan Cotino; el delegado del Gobierno, Serafín Castellano, varios consellers y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Los expresidentes del Gobierno valenciano Francisco Camps y Eduardo Zaplana también han acudido a la misa, así como los exministros Ángel Acebes y José Bono.

En la catedral se han instalado ocho pantallas de 50 pulgadas para que los fieles pudieran seguir la ceremonia de toma de posesión y la misa, y se han habilitado 1.500 sillas plegables colocadas en las naves laterales para aumentar su aforo, estimado en unas 700 personas.