Carmen Maura y Natalia Verbeke emigran a París para trabajar de criadas

Las chicas de la 6ª planta se estrena en España cuando muchos jóvenes se plantean la posibilidad de abandonar el país en busca de un futuro mejor en el resto de Europa. La cinta de Philippe Le Guay nos recuerda que hace aproximadamente medio siglo, durante la dictadura franquista, otros muchos les precedieron.

Gran parte de esos emigrantes eran chicas que trabajaban como empleadas domésticas en Francia. Le Guay les dedica una comedia donde muestra la fascinación que siempre sintió por todas ellas. Al fin y al cabo, el realizador se crío con una sirvienta española.

Lo hace a través de los ojos del francés Jean-Louis (Fabrice Luchini), un hombre aburrido de su trabajo y su vida familiar, que se siente atraído por María (Natalia Verbeke), la nueva empleada española que ha comenzado a trabajar en su casa.

Poco a poco, descubrirá fascinado a la tía de su sirvienta (Carmen Maura) y al resto de las criadas que viven en la sexta planta de su acomodado bloque.

Sin abandonar nunca el tono de comedia, el largometraje pone de manifiesto la humildad con la que vivían las españolas. Unas pequeñas habitaciones en la última planta de los edificios, servicios comunitarios y una escalera de servicio les recordaban que eran ciudadanas de segunda en la próspera Francia de los 60.

No obstante, la película retrata a todas esas 'chicas' como personas alegres que, pese a su duro trabajo, practicaban una buena amistad entre ellas y ahorraban casi todo lo que tenían para mejorar la vida de sus familias.

Todo ello, regado, eso sí, con tópicos acerca de la tendencia hispana al barullo y la bondad de las viandas españolas.

Simpática y bienintencionada, Las chicas de la 6ª plantadestaca gracias a su estupendo reparto, donde sobresalen una magnífica Natalia Verbeke, como la criada de la que se enamorará el protagonista, y Carmen Maura, espléndida y vital como esa mujer madura que ahorra para comprarse una casa con un cuarto de baño a la francesa.

El trabajo de la musa de Pedro Almodóvar ha sido recompensado con un premio a la mejor actriz secundaria en la pasada ceremonia de los premios César, los Óscar del cine francés.

No es la primera vez que el cine aborda el tema de las criadas españolas en el país vecino. Roberto Bodegas consiguió un gran éxito con Españolas en París, un largometraje de 1971 protagonizado por Laura Valenzuela y Ana Belén.

En aquella ocasión, el director prefirió optar por un retrato casi sociológico de las mujeres que se marchaban a Francia para trabajar como empleadas domésticas.