CICR recoge al segundo militar colombiano muerto en avión derribado por FARC

  • Una misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) recogió hoy el cuerpo sin vida del segundo militar muerto en el avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que supuestamente fue derribado ayer por las FARC en el departamento del Cauca.

Bogotá, 12 jul.- Una misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) recogió hoy el cuerpo sin vida del segundo militar muerto en el avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que supuestamente fue derribado ayer por las FARC en el departamento del Cauca.

Con la recogida de este segundo cadáver, el CICR tiene en su poder los cuerpos de las dos víctimas: "la misión ya recuperó los cuerpos de ambos pilotos", confirmó a Efe por teléfono la titular de la subdelegación del CICR en Cali, Valerie Studer.

La funcionaria de la Cruz Roja Internacional agregó que la misión, conformada por tres integrantes del organismo, recogió los cadáveres "en la zona rural de Jambaló", localidad caucana.

El primero de ellos lo recibieron de manos de guerrilleros de las FARC en una zona próxima, había confirmado anteriormente a Efe el delegado en Colombia del CICR, Jordi Raich.

La misión emprendió regreso por tierra a Popayán, la capital del Cauca, y según Studer está previsto que lleguen a su destino antes del anochecer.

La operación humanitaria se derivó de una solicitud al CICR por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que tenían en su poder el cadáver de uno de los tripulantes, el técnico primero Óscar Raúl Castillo Moncaleano, de 38 años.

El otro, el teniente Andrés Serrano Lemus, un piloto de 29 años, fue hallado en el sitio montañoso de Jambaló donde también se encontraba destrozada la aeronave, una Súper Tucano de la Fuerza Aérea que fue dada por desaparecida el miércoles por la tarde.

Las FARC informaron en un comunicado de que la columna "Jacobo Arenas" de esta guerrilla derribó la aeronave con su "fuego antiaéreo".

Esta versión contradice a la del comandante de la FAC, el general Tito Saúl Pinilla, quien había descartado poco antes que el avión, de fabricación brasileña, hubiese sido derribado por la guerrilla, al apuntar que se trató de un accidente.

La aeronave hacía parte de una flotilla que apoyaba operaciones militares en tierra en simultáneo con una visita del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a Toribío, localidad del norte del Cauca.

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