La búsqueda se mantiene

El 'coco' de Valladolid sigue vivo: no hay más indicios pero... ¿y si está en el río?

La Guardia Civil continuará con la investigación ante la bajada de las temperaturas, un fenómeno que, según los expertos, podría haber provocado un "aletargamiento" del animal.

Continúa la búsqueda del cocodrilo en Valladolid
Continúa la búsqueda del cocodrilo en Valladolid
EFE

Han pasado ya cinco días desde que el pasado fin de semana unos jóvenes, primero, y un policía local, después, avistaran lo que podría ser un cocodrilo en aguas del río Duero cerca de la localidad vallisoletana Simancas, en el entorno de Pesqueruela. Desde entonces, las pistas que apuntaban a su existencia se han ido desvaneciendo, según expertos consultados por La Información que hace dos días acompañaron a los agentes por las orillas del río en busca de alguna huella, excremento o indicio que hiciera pensar que semejante ejemplar estaba allí.

Pese a no encontrarlas y aunque todos los esfuerzos por localizarlo hayan sido infructuosos, la Guardia Civil continuará unos días más con la investigación, aunque se reduce el dispositivo actual y se opta por franquear la zona con cámaras y cebos esperando "que dé la cara". No se descarta todavía la posibilidad de que el descenso de temperaturas de estos días haya provocado su alertagamiento. Hasta que los agentes no cuenten con un alto porcentaje de fiabilidad de que el enorme reptil no existe, no cesarán en su búsqueda.

Porque... ¿Y si aparece? Es lo que dicen los expertos consultados por este medio, convencidos de que a día de hoy no hay nada que haga pensar que en esas aguas se escondiera un cocodrilo. Desde que se diera la voz de alarma y un biólogo considerara que el reptil podía ser un cocodrilo del Nilo mucho se ha hablado de este 'coco' que en la mente de algunos hace recordar a la pantera negra avistada en Guadalajara... que luego resultó ser un perro. Aún así el operativo de búsqueda no cesa y desde el sábado junto a la policía local se han sumado efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Ellos fueron los que se pusieron en contacto con expertos rastreadores de la asociación conservacionista Chelonia.

Juntos, rastrearon palmo a palmo la ribera de Pesqueruela, donde confluyen los ríos Duero y Pisuerga, y no encontraron "ningún indicio que indique que esté allí", asegura Manuel Merchán, presidente de dicha asociación. Fueron conducidos hasta la zona donde se habría visto al cocodrilo y "rastreamos sin encontrar ningún indicio de presencia directa o indirecta de un ejemplar así". Asegura que ni las huellas ni los excrementos que han aparecido pertenezcan a un cocodrilo y puntualiza que tampoco encontraron ninguna zona en la que estos reptiles suelen exponerse al sol durante horas para "termorregularse". Se tratarían de lugares de fácil acceso y alejados del ruido en los que poder calentarse cuantas más horas mejor. Sí existía la posibilidad de que ese entorno lo encontrara en las dos islas que se encuentra a lo largo del río, "pero en ellas tampoco había nada que así lo indicara".

Otra de las claves que apuntaría a que en esas aguas no puede haber un cocodrilo se debe a la corriente, porque en esa parte del río donde supuestamente fue visto es "relativamente fuerte y los cocodrilos prefieren aguas más tranquilas y remansos". Tampoco es típicos que estos animales coman peces y los dejen mordisqueados porque "los engullen enteros". Sí se encontraron cabezas de algún pez que fue devorado, pero eso es más típico de las nutrias, que se comen primero las vísceras, donde hay más nutrientes, y si no se acaban el pescado dejan sobre todo la cabeza". En cuanto a los excrementos localizados, ninguno correspondería con los del reptil porque en ellos se apreciaban restos de cangrejos o peces tal y como sucede con las de las nutrias. Además, los de los cocodrilos suelen estar en el agua y los de las nutrias en la orilla, como así vimos".

Una de las líneas de investigación desarrollada en los últimos años por la Asociación Chelonia , principalmente en países tropicales, ha sido la gestión y conservación de poblaciones de cocodrilos. Ellos son los que, después de rastrear el río y sus dos orillas, llegaron a la conclusión de que "el hecho de no haber encontrado indicios de este reptil no significa que no esté" en la zona. Otro granito más el que se suma la falta de fiabilidad al 100% de la Guardia Civil sobre su existencia para acabar con su búsqueda, que continuará a la espera también de que pasen estos días en los que han bajado las temperaturas y han podido llevar al animal a no moverse. 

En los próximos días los agentes comprobarán tanto las cámaras de movilidad, que se han colocado a lo largo de los 7 kilómetros donde podría estar escondido, y los cebos especiales para cocodrilos dejados en el agua desde ayer. Además, la Guardia Civil utilizará cámaras térmicas en busca de imágenes de calor debajo del agua como otra medida más para intentar que "el cocodrilo de la cara". Esperan así alejar aún más el ruido que todo el operativo de búsqueda haya podido provocar para intentar que "si está, salga". Eso sí, la zona continuará acotada para los vecinos. Estos días no se llena de bañistas, pero sí de pescadores que se acercan hasta la orilla.

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