Conmoción, lágrimas y solidaridad en el homenaje a los tres menores discapacitados asesinados en boecillo

VALLADOLID, 16 (SERVIMEDIA/ICAL)

Bajo un sol abrasador del que era difícil escapar en la Plaza de los Condes de Gamazo de Boecillo, los vecinos de la localidad vallisoletana se reunieron este mediodía para guardar un minuto de silencio en homenaje a los tres menores con altos grados de discapacidad que fueron asesinados la madrugada del lunes, presuntamente a manos de la cuidadora que los vigilaba en el turno de noche, en un centro de acogida gestionado por la ONG Mensajeros de la Paz bajo la tutela de la Junta de Castilla y León.
“Nuestros chicos, siempre estaréis en nuestro corazón” rezaba la pancarta que, a duras penas, sostenían entre lágrimas difíciles de contener cinco de las siete monitoras que habitualmente se ocupaban del cuidado de las tres víctimas. A su lado, otro menor discapacitado sostenía frente al Consistorio una pancarta donde lanzaba su propio mensaje: “Os quiero para siempre”.
Profundamente compungido regresó al municipio el presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel, para asegurar que, “en estos momentos la única manifestación posible es el dolor y la pena por la pérdida de estos niños, que además de la desgracia de estar discapacitados no han podido tener la familia ideal que les debería haber correspondido”.
Según recordó, los tres menores asesinados procedían de familias desestructuradas, y las cuidadoras que los atendían eran quienes hacían las veces de madres. “Ellas ahora están mal, con asistencia psicológica y nuestro deber es apoyarlas. Llevamos 50 años con el proyecto de Mensajeros de la Paz, con cientos de trabajadoras, y yo seguiré apoyándolas en lo que pueda. Nuestra gente, además de ser trabajadoras y profesionales, tienen un corazón tremendo. Es gente buena”, defendió antes de sentenciar que “aquí lo único que queda es llorar y llorar, y agradecer a la mucha gente que nos ha llamado mostrándonos su apoyo”.
“En estos momentos, desde Mensajeros de la Paz, decimos que hay que seguir creyendo en Dios y en la gente. Yo sigo creyendo mucho en la gente aunque a veces uno puede tener un arrebato de estos. En coordinación con la Junta de Castilla y León ya se verá cuándo se reabre el centro, ahora lo necesario es salir del dolor. Esto es algo tremendo y lo sentimos todos”, explicaba antes de que la emoción le impidiera completar la frase: “Yo desde ayer a las diez de la mañana…”.
MUESTRAS DE SOLIDARIDAD
Hasta Boecillo se trasladó hoy un maremágnum de periodistas movilizado desde todas partes de España, que fue testigo de las muestras de solidaridad y cariño brindado a las trabajadoras del centro y al padre Ángel, por los vecinos del pueblo y por familias como la formada por Mariola y Juan Carlos, cuyo hijo Carlos nació con microcefalia y está postrado en una silla de ruedas.
“Es inexplicable lo que ha pasado, quizá esa mujer actuó al no poder soportar la carga emocional… No lo sé”, señalaba Mariola. Su marido, por otra parte, detallaba a los medios su consternación y cómo habían recibido la noticia: “No te puedes imaginar que se haga una cosa de éstas, pero con un niño así, que no tiene defensa posible, no pueden pedir ayuda, ni hacer nada, mucho menos. Yo creo que se le cruzó el cable y ya no hay remedio”. Para él, las hipótesis que apuntan a la actuación de la cuidadora “por compasión” son también difíciles de explicar, porque “estos niños están muy muy discapacitados, pero yo que vivo con él continuamente, sé que el niño es más feliz que cualquier otro con una simple bolsa de plástico, no precisa nada más. No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita, y éstos son los niños más felices del mundo”. Una felicidad que también se traslada a sus padres, que saben bien diferenciar “la tarea continua y la dedicación y esfuerzo que supone atenderlos” de la realidad: “Al convivir con ellos eres tan feliz como ellos; una simple sonrisa suya a mí me hace más feliz que si estudiara una carrera”, remachó.
LLAMADA A LA NORMALIDAD
Instantes antes de la concentración, el Ayuntamiento de Boecillo acogió un breve pleno extraordinario convocado ayer por el alcalde, Pedro Luis Díez, donde la corporación refrendó el decreto de tres días de luto oficial en la localidad. El primer edil aprovechó su intervención para transmitir a la ciudadanía su solidaridad y condolencia "absoluta y sincera" con las víctimas, sus familiares y las trabajadoras de la ONG que gestiona el centro.
Hasta la localidad se desplazaron también representantes políticos e institucionales de la Comunidad como el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, y la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos.
Fue esta última quien puso al Gobierno regional “a disposición del fiscal y del Ministerio de Justicia” para colaborar “en lo que sea preciso” para el esclarecimiento del caso. Marcos subrayó que “volver a la normalidad” es lo más deseable en estos momentos para el funcionamiento de los servicios sociales en Castilla y León, y aseguró que la instalación que desde hacía poco más de un año estaba en funcionamiento en Boecillo seguirá operativa “mientras haya niños que necesiten nuestros servicios”. “El centro es fantástico. Lleva 14 años prestando servicio a la Comunidad y ahora lo hacía en unas instalaciones nuevas. Tiene unas condiciones excelentes para atender a los menores con grados de discapacidad muy elevados y seguirá funcionando. Un hecho tan desgraciado como éste es un problema muy puntual y como tal hay que tratarlo. Después del dolor y de la consternación que tenemos todos, lo que hace falta es volver a la normalidad, que en todos los centros y para todos los profesionales siga la vida, y puedan seguir prestando ese gran servicio que brindan los servicios sociales a los niños que más lo necesitan”, subrayó.
A LA ESPERA DEL ALTA MÉDICA
Por su parte, el subdelegado en funciones del Gobierno en Valladolid, Antonio Andrés Laso, explicó que la investigación “sigue su curso bajo secreto de sumario”, si bien concretó que la Guardia Civil le ha tomado declaración esta misma mañana a la presunta autora de las muertes, que responde a las iniciales G.L.B. y tiene 55 años, en el módulo de Psiquiatría del Hospital Clínico de Valladolid, donde permanece bajo custodia policial.
Según detalló Laso, el procedimiento está ahora a expensas de que la sospechosa reciba el alta médica, tras lo cual podría ser puesta a disposición judicial, para que las investigaciones continúen después ya en fase judicial. “La Guardia Civil prácticamente ha finalizado sus investigaciones y ahora todo depende de las resoluciones judiciales”, sentenció.

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