Contratación de médicos extranjeros divide a brasileños y entra en protestas

  • La iniciativa del Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, de contratar a médicos extranjeros para suplir la falta de profesionales en regiones apartadas, como la Amazonía, divide a los brasileños y ha entrado en la agenda de la ola de protestas que sacuden al país.

Waldheim García Montoya

Sao Paulo, 29 jun.- La iniciativa del Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, de contratar a médicos extranjeros para suplir la falta de profesionales en regiones apartadas, como la Amazonía, divide a los brasileños y ha entrado en la agenda de la ola de protestas que sacuden al país.

En una reunión el pasado lunes para evaluar la dimensión de las manifestaciones con alcaldes y gobernadores, Rousseff presentó el programa como una respuesta a la demanda de los manifestantes de un mejor sistema de salud.

La jefa de Estado ha propuesto contratar a médicos cubanos, españoles y portugueses, pese al rechazo de los colegios profesionales del país.

En Río de Janeiro, por ejemplo, centenas de médicos marcharon hoy hasta la sede del Consejo Regional de Medicina, órgano colegiado que regula el ejercicio de la profesión, portando carteles en los que pedían mejores condiciones salariales y de trabajo para desplazarse a las zonas más distantes de Brasil.

El ministro de Salud, Alexandre Padilha, comentó hoy al portal IG que "no puede ser un tabú en Brasil tener una política de atracción de médicos extranjeros" y apuntó que la convocatoria que prepara el Gobierno dará prioridad a los profesionales brasileños que quieran ocupar las plazas vacantes.

Brasil, de manera gradual, pretende contratar 35.000 médicos hasta 2017 para atender las necesidades de salud en todo el país.

El Consejo Federal de Medicina indicó que a pesar de que el país tiene 1,8 médicos para cada 1.000 habitantes, 22 de los 27 estados están por debajo de ese promedio, diferente de países con un sistema único de salud pública, como Inglaterra, que tiene 2,7 médicos por cada millar de personas.

En la calle muchos brasileños se muestran a favor de llenar los vacíos con profesionales, independientemente de que sean nacionales o extranjeros.

"Si aquí en los centros urbanos como Sao Paulo tenemos grandes filas de espera y falta de médicos, la situación debe ser más complicada en otros lugares, además los médicos extranjeros vendrían de países igual o mejor preparados que Brasil", manifestó a Efe la empleada doméstica Rosineide Motta.

El medico colombiano Francisco Solano se mostró a favor de la importación de médicos extranjeros "siempre y cuando sea realizado el examen de revalidación y el de proficiencia de lengua, del cual creo que no se puede prescindir".

"Si ya existen dificultades de comunicación entre brasileños que hablan la misma lengua, es difícil pensar que se pueda obviar ese paso, pues en la atención básica la anamnesis (el interrogatorio clínico) es una de las partes más importantes del abordaje médico", a pesar del portugués ser parecido al español, agregó.

Solano recordó que cualquier país "serio" revalida títulos médicos con exámenes rigurosos, de la misma manera que evalúa a sus profesionales activos periódicamente.

Por su parte, el abogado internacionalista peruano Grover Calderón, presidente de la Asociación Nacional de Extranjeros e Inmigrantes de Brasil (ANEIB), entidad que lideró en 2009 la amnistía concedida a ilegales por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pidió la aplicación de exámenes "más justos" para revalidar el título.

"Las pruebas deben medir una preparación suficiente para el ejercicio profesional y resulta contradictorio que médicos formados en universidades brasileñas no consiguen pasar esas pruebas u otras menores y aún así se les permite el ejercicio de la profesión", dijo la ANEIB en una declaración.

Calderón explicó a Efe que los médicos extranjeros atenderán a las personas más pobres y no competirán con sus homólogos brasileños en el mercado lucrativo de la profesión.

Este profesor de derecho de varias universidades en Sao Paulo puso como ejemplo la prueba aplicada a los abogados para ejercer su profesión, exigida para nacionales y extranjeros, diferente del caso de los médicos, en la que los exámenes son sólo requeridos a los foráneos.

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