Alerta por el coronavirus

La amenaza perfecta: un pomo infectado contagia un edificio en solo dos horas

coronavirus limpieza. / EFE
coronavirus limpieza. / EFE

Rafael Carrión y Mauricio Hernández llevan cuatro días sin dormir. El nerviosismo entre los españoles por el aumento de casos de coronavirus en el país –ya van más de 270- ha hecho que los empresarios de Microclean tengan que trabajar día y noche para atender las demandas de desinfección que recibe la compañía. Su labor es clave para evitar la propagación del virus entre colegas de trabajo y familiares porque los lugares compartidos son los 'paraísos' de los virus. Acciones tan cotidianas como tocar el pomo de una puerta pueden causar el contagio de un edificio entero en solo dos horas, según los expertos.

La compañía casi siempre trabaja de noche porque los químicos son perjudiciales para las personas. El primer paso del servicio consiste en hacer un diagnóstico microbiológico del edificio y después se procede a desarrollar el tratamiento. Microclean tiene una tecnología puntera que ha sido utilizada para la limpieza de calles devastadas por desastres naturales, como el terremoto de Haiti que desató una alerta de cólera. Los trabajadores se sirven de la inducción electrostática para pulverizar los virus, es decir, le aplican una carga eléctrica a un líquido. Después de aproximadamente dos horas, los trabajadores pueden volver a desfilar por el edificio con tranquilidad. La empresa cuenta con una amplia experiencia en el sector. Ellos ya han combatido otras patologías, como el ébola, y cuentan con una cartera de clientes con inmuebles de distintas dimensiones, desde una oficina de 250 metros cuadrados hasta una universidad con una superficie de 50.000.

Es importante asear a profundidad todo el edificio por la velocidad con la que el virus recorre los pasillos. Basta con que una persona infectada toque un artefacto que muchas personas utilizan para que todos los que sigan detrás se contagien y sus manos se conviertan en transmisores de bacterias. El coste del proceso de higiene varía. Todo depende del tamaño, cómo es la superficie del lugar -no es lo mismo un piso vacío que una oficina con escritorios- y el tipo de químicos que sean necesarios para llevar a cabo la desinfección. La limpieza estándar de un hogar de 200 metros cuadrados cuesta alrededor de 250 y 300 euros porque el líquido necesario se puede encontrar en el mercado por cinco euros el litro. Esto contrasta con el importe a abonar cuando se trata de un producto más potente. Los trabajadores de Microclean relatan que el coste de los desinfectantes más sofisticados asciende a los 200 euros por litro. 

Hay muchos elementos que fomentan la presencia de virus en las oficinas. Valentine Casas, del Instituto Técnico Español de Limpieza, explica a La Información que "las moquetas, por su rugosidad y temperatura, son un oasis para los gérmenes porque su hábitat es mucho más cómodo que el de una encimera. Pero, hay que tener cuidado con todo. Los teléfonos, teclados, los botones del elevador y los de las máquinas de comida también son focos transmisores bastante efectivos". Para el agente sanitario, la salud "empieza por la higiene tanto de uno mismo como de los que nos rodean, y es muy importante estar concienciados de las medidas de higiene".

En la misma línea, los miembros de la empresa Limpiezas Unidas aseguran que lo más importante, con coronavirus o sin coronavirus, es lavar y desinfectar al mismo tiempo las superficies peligrosas todos los días. Ellos fabrican un producto que "cumple las dos funciones en el mismo acto y es mejor que la lejía porque esta sí desinfecta, pero su efecto se va enseguida. Se necesitan otros líquidos para sanear de forma profunda cada rincón". 

"El miedo es libre". Preguntado por la histeria hacia el virus, el experto de Microclean recuerda que miles de personas mueren al año por gripe común y no se les presta tanta atención. Para él, "lo triste en realidad es que el concepto de prevención no existe en España. Las personas me dicen: 'el día que se muera alguien te llamo' y ahora me llaman porque se está muriendo gente. La ciudadanía tiene que entender que si tienen los espacios limpios hay menos posibilidades de caer. Con hacer una limpieza dos o tres veces al año se pueden evitar muchos problemas".

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