Costa Rica pone coto a la promoción del turismo sanitario con células madre en su país

  • Médicos y pacientes aseguran que es un tratamiento milagroso, y que no está disponible todavía en Europa ni Estados Unidos. Afirman que se puede utilizar para tratar esclerosis múltiple, derrames cerebrales y diabetes. Cientos de extranjeros han viajado a Costa Rica en los últimos años en busca de tratamientos con células madre adultas. Sin embargo, el Gobierno costarricense quiere poner fin a este negocio por considerar que no existen pruebas científicas.
Costa Rica impide el turismo sanitario de tratamientos con células madre (Foto de archivo/ Getty Images)
Costa Rica impide el turismo sanitario de tratamientos con células madre (Foto de archivo/ Getty Images)
Getty Images
Alex Leff | GlobalPost

(San José, Costa Rica). El Gobierno de Costa Rica ha calificado los tratamientos a enfermos con células madre de "experimentales" y "no demostrados". En consecuencia, el Instituto de Células Madre de San José anunció el mes pasado su cierre debido a una "falta de claridad debido a la regulación de los tratamientos con células madre adultas en Costa Rica", según informó en un comunicado.

El instituto "estaba usando terapias que son totalmente ilegales en este país", aseguró la ministra de Salud de Costa Rica, María Luisa Ávila, ante los magistrados del Tribunal Supremo durante unas audiencias celebradas la semana pasada para analizar si se deben de permitir o no los tratamientos con células madres en el país centroamericano. Si el Tribunal dictamina a favor del Gobierno, el "turismo médico" y los costarricenses tendrán que buscar en otros lugares estas "curas milagrosas".

El doctor Fabio Solano, experto en células madre, asegura que hay datos suficientes que demuestran que este tipo de tratamiento se puede utilizar para atenuar los efectos de la esclerosis múltiple, derrames cerebrales, diabetes y otras enfermedades. Por su parte, algunos pacientes, incluido uno con problemas cardiacos y otro que sobrevivió a un accidente de avión, han reclamado ante la Justicia su derecho constitucional a recibir ese tipo de tratamiento.

Desde su apertura a mediados de 2005, el Instituto de Células Madre de la capital costarricense ha tratado a unas 700 personas, muchas de ellas de EEUU, donde este tipo de tratamiento es prácticamente inexistente, al igual que en Europa, afirma Solano.

Tanto los pacientes como los medios de comunicación han generado expectación en torno al tema difundiendo vídeos, blogs y artículos en los que se relatan las experiencias con células madre de manera exultante. En una entrevista difundida en vídeo por YouTube, el sargento de policía Preston Walker, de Fort Worth (Texas), asegura que el tratamiento con células madre que recibió en Costa Rica fue "absolutamente la mejor experiencia que he tenido en mi vida".

Si bien los pacientes extranjeros pagaban hasta 5.000 dólares (4.068 euros) por una semana de tratamiento en el Instituto de Células Madre, los costarricenses recibían los tratamientos de forma gratuita.

El tratamiento se realiza básicamente a partir de células extraídas del propios tejido graso del paciente o de su cordón umbilical, ambas partes ricas en células madres adultas. Según los médicos del instituto, cuando esas células se inyectan en los cuerpos de los pacientes, trabajan para regenerar el tejido. Gracias a estas técnicas alternativas, aseguran, ha habido pacientes que han vuelto a caminar cuando otros médicos les habían dicho lo contrario.

En una declaración enviada a través de correo electrónico, la ministra de Salud de Costa Rica asegura que "los resultados son meramente anecdóticos, y no hay evidencias científicas todavía" que corroboren esos tratamientos. Añade además que esas terapias tampoco han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Fármacos, donde -por cierto- está la empresa matriz del Instituto de Células Madre de San José, Medistem.

Las autoridades sanitarias de Costa Rica indican que el Instituto de Células Madre tenía autorización para trabajar exclusivamente como un banco de células madre, para su almacenamiento y para fines científicos, pero que nunca recibió permiso para administrar tratamientos directamente a pacientes.

Destacados investigadores de EEUU que trabajan con células madre aseguran que el éxito de este tipo de tratamientos se ha exagerado de forma notable.

Según el doctor Jack Kessler, experto en investigaciones con células madre de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago, estos protocolos están todavía muy lejos de resultar efectivos en la cura de enfermedades de la médula espinal, en derrames, Parkinson o esclerosis múltiple. Kessler advertía hace ya meses que a los turistas que viajan en busca de estos tratamientos médicos que se les estaban ofreciendo falsas esperanzas e incluso un efecto placebo, en lugar de una cura real a su mal.

Mientras el Gobierno de Costa Rica pide que se le muestren resultados de ensayos clínicos, Solano insiste en que se debe de seguir ofreciendo esta alternativa. "Los avances en la medicina no llegan tan sólo a través de ensayos clínicos", afirma, y pone como ejemplo que pioneros en los trasplantes de órganos como el doctor Christiaan Barnard no realizaron ese tipo de pruebas."En esta especialidad, los cirujanos especialmente tenemos que estar innovando todo el tiempo", asegura.

El caso más conocido de tratamiento exitoso con células madre en Costa Rica es el del piloto de 30 años Juan Carlos Murillo, que sobrevivió a un accidente de avión el 13 de mayo de 2008 con tres vértebras rotas. Los médicos le dijeron que probablemente jamás volvería a caminar. Murillo entró hace unos días a declarar en el Tribunal Supremo de San José caminando por su propio pie, apoyado tan sólo en una muleta. Su recuperación se debe, asegura, a un tratamiento gratuito que recibió en el Instituto de Células Madre.

Murillo tenía previsto recibir una nueva inyección en la clínica en estos días. Cuando se enteró de su cierre y de la postura del Gobierno, asegura, se quedó totalmente perplejo. "Nos están quitando lo único que nos queda", declaró.

El instituto, que es propiedad del empresario de Arizona Neil Riordan, ha informado que a partir de ahora concentrará sus operaciones en el vecino sureño de Costa Rica, Panamá. Al parecer, el Gobierno panameño "ha definido claramente las leyes que regulan las terapias con células madre adultas".

Pero a Riordan quizás le esperan nuevos quebraderos de cabeza.

El Ministerio de Salud de Panamá niega que su país permita los tratamientos con células madre, y asegura que ninguno de sus hospitales o clínicas los practica. Eduardo Lucas Mora, director general del ministerio, insiste en que cualquier tratamiento médico que se aplique en Panamá "debe, entre otras cosas, haber demostrado su efectividad".

Mostrar comentarios