El crimen del taxista de Alcalá: mataron a José Luis por un botín de solo 100 euros

Punto en el que murió el taxista de Alcalá de Henares
Punto en el que murió el taxista de Alcalá de Henares
M.B.

José Luis E.M. fue profesor toda su vida pero llevaba un año conduciendo un taxi por las noches por las calles de Alcalá de Henares. La pasada madrugada, su cuerpo fue encontrado por otro compañero dentro del vehículo, sentado en el asiento del conductor y con el cinturón de seguridad puesto. Había sido degollado desde el asiento de atrás por el pasajero que le 'llevó' hasta la tranquila calle de Manuel de Laredo para, supuestamente, robarle. El interior del coche estaba revuelto y no había ni un céntimo de la recaudación. Sus compañeros estiman que, dada la hora a la que se cometió el crimen -la una de la madrugada-, la cifra no superaría los 100 euros, "50 de recaudación y otros 50 de cambio".

Este hombre de casi 60 años, que había sido abuelo recientemente, debió defenderse, dadas las heridas que presenta en sus manos, pero poco pudo hacer cuando le asestaron un profundo corte a la altura del cuello. Su presunto asesino salió corriendo tras tirar el cuchillo debajo de los coches que estaban aparcados. La policía busca ya a un joven de pelo corto y no muy alto. Es lo poco que pudo ver una vecina que en ese momento paseaba a su perro y se encontró con alguien que salía corriendo por uno de los callejones de una plaza en la que la han recibido consternados la noticia del crimen. 

Cerca de 400 taxistas se han acercado hasta esta ciudad para apoyar a la familia de este hombre que los que le conocen más y los que menos aseguran que era una persona "tranquila", "afable", "correcta", "educada"... "una muy buena persona". Y quizá este haya sido lo que ánimo al presunto asesino a pensar que "no le iban a poner resistencia", aseguran un grupo de taxista llegados desde Torrejón de Ardoz y que han repartido lazos negros entre los que llegaban junto a ellos.

Porque ayer, todos los taxis de Alcalá de Henares lucían crespones negros para recordar a ese compañero que llegó de repente al gremio y al que al principio le dieron ánimos para que no lo dejara... porque lo hizo. Su mayor miedo era no saberse exactamente la calle a la que le pedía la clientela que tenía que ir. Pero superó el obstáculo y siguió al frente del volante por las noches porque "su jefe lo hacía durante el día".

Y fue precisamente la pasada noche cuando una persona paró al Prius blanco híbrido de José Luis en dirección al centro. El taxi dispone de una aplicación por el que se conoce donde empieza y acaba un servicio, por lo que la Policía lo está investigando. "Lo hizo con la mano porque no hay registrada ninguna llamada", asegura Eloy Lozano, presidente de la Asociación Gremial del Taxi de Alcalá, que ayer encabezó más de cinco minutos de silencio y un largo aplauso para José Luis. Su muerte vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la inseguridad que viven cada día los taxistas. 

Minuto de silencio en Alcalá de Henares
Minuto de silencio en Alcalá de Henares / M.B.

"Antes temíamos que no nos pagaran pero ahora nos pueden matar. Tenemos miedo", relata Lozano, asegurando que en Alcalá nunca antes había pasado algo parecido y lamentando el duro momento por el que estaban pasando su mujer e hijos. Vivían a unos metros del lugar donde sucedió todo. Hasta una calle tranquila y con poca iluminación llegó José Luis la madrugada del pasado lunes con un pasajero. Cuando sus compañeros empezaron a echarle de menos empezó la búsqueda... hasta que uno de ellos llamó al 112 para avisar de que lo había encontrado inconsciente y dentro del coche. Lo vio de lejos con las puertas abiertas. Se estima que llevaba más de media hora muerto con una herida profunda en el cuello producida por un arma blanca. Cuando llegaron los servicios de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid nada pudieron hacer por su vida. 

Casas bajas en Alcalá de Henares
Plaza Luis de Antezana / M.B.

Los vecinos de estas calles repletas de casas bajas en mitad de los edificios altos de Alcalá de Henares aseguran que es una zona muy segura y tranquila en la que "nunca sucede nada". Ningún vecino escuchó nada la pasada noche porque a partir de las once de la noche "no hay casi nadie por la calle". Se trata de unas casas "donde somos casi todos personas ya mayores y no hay mucho movimiento fuera de los pequeños jugando como antes", o como en verano "que salimos a tomar el fresco", asegura uno de ellos que junto a su hija relatan con horror como la policía llamaba a la puerta de su casa la madrugada del lunes para preguntar si habían escuchado nada. Enfrente localizaron el supuesto cuchillo con el que José Luis fue degollado. En ese número 16 de Manuel Laredo quedan todavía restos de sangre de un asesinato cuya primera línea de investigación es el robo para llevarse "una mísera recaudación. No hay derecho", aseguran los taxistas que acabaron con su concentración en memoria de la víctima con un grito de "que no pase más". 

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