La pandemia sigue presentando cifras alarmantes cada día. Lo que se nota cada vez más en la incidencia acumulada (IA). El Ministerio de Sanidad ha comunicado este martes 36.435 nuevos contagios de coronavirus, lo que eleva el número total de positivos desde hace algo menos de un año a los 2,6 millones. Un número que ha facilitado que la tasa de casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días alcance los 891 puntos, que supone el pico máximo desde que dio comienzo la crisis sanitaria. Aunque el dato más preocupantes de esta jornada es el de fallecidos. Y es que según el informe de la cartera sanitaria, en las últimas 24 horas se han comunicado 591 muertos a causa de la enfermedad.
Dicho número de decesos provoca que este sea el 'martes negro' de la tercera ola, ya que no se habían registrado tantos en una sola jornada en las semanas anteriores. Por tanto, el número total de fallecidos es de 56.799. Algo que es consecuencia del crecimiento constante de los pacientes que ingresan en los hospitales, que afrontan la peor parte de la infección de los contagiados y ya están dedicando la mayoría de sus recursos tan solo a atender a los enfermos de coronavirus. La tendencia de ingresos sigue al alza, con 2.313 nuevos contagiados en planta y 197 más en las UCI. Situación que está suponiendo que los centros hospitalarios tengan un 20% de camas llenas y un 40% de ocupación en cuidados intensivos a causa a los pacientes Covid.
Todo este panorama negativo contrasta con la mejoría que muestran varias comunidades autónomas. Regiones como Extremadura, Andalucía, Cataluña o Baleares han logrado rebajar su incidencia acumulada con respecto al lunes. Lo que ha permitido a la autonomía extremeña dejar de estar a la cabeza en la IA. El puesto lo ocupa ahora la Comunidad Valenciana, donde el virus está totalmente descontrolado, como muestra la IA de 1423 puntos que sufre. Valencia es precisamente uno de los territorios que continúa empeorando, como también ocurre en CCAA como La Rioja, Murcia, Asturias o Madrid, que suman puntos a su incidencia y alejan por el momento el objetivo de doblegar la curva de contagios.
Que haya comunidades que mejoran a la vez que otras mantienen la tendencia negativa es lo que puede anticipar que el país ha entrado en una 'meseta' de los casos. Este paso previo a que comiencen a caer los positivos es a lo que se agarran desde hace días las autoridades sanitarias, que con el liderazgo del director del CCAES, Fernando Simón, ya han advertido de que el mayor riesgo es el colapso del sistema sanitario. Situación que puede producirse en las próximas semanas si no se da un vuelco a esta etapa de la crisis de la pandemia. Sobre todo en aquellas que no logran una mejoría tras aplicar medidas muy severas para restringir la actividad social y la movilidad.
La esperanza de las restricciones
Esas restricciones que ya aplican todas las autonomías son la gran esperanza contra esta tercera ola. Su virulencia es tal que ha empujado a los gobiernos de las CCAA a prohibir actividades a un nivel que solo es comparable al de la primera etapa, cuando la población estaba confinada en sus domicilios. Todas han limitado de una manera u otra el desarrollo normal de actividades como la hostelería, los toques de queda se ha adelantado al máximo que permite el estado de alarma y las reuniones entre no convivientes empiezan a estar dentro de las prohibiciones. La cuestión es cuánto tardarán en notarse estos planes, ya que los positivos apenas se reducen si se comparan con los de hace una semana.
En medio de esta alerta general en todos los territorios, con la única excepción de Canarias, que permanece por debajo del máximo riesgo, el relevo al frente del Ministerio de Sanidad ya se ha consumado. La hasta ahora ministra de Política Territorial, Carolina Darias, será la sustituta de Salvador Illa, que ha dimitido para ser el candidato del PSC en las elecciones catalanas. Aunque su nombramiento ha quedado ensombrecido por la salida de Illa, al que toda la oposición ha criticado por haberse marchado sin comparecer ante el Congreso en el mes que más han crecido los positivos.
Desde este miércoles, la política canaria estará al frente de la gestión de la tercera ola, que ha destacado por ser la más contagiosa y la más rápida en extenderse de toda la crisis sanitaria. Materia en la que tiene experiencia, ya que por su anterior puesto ya formaba parte de los Consejos Interterritoriales de Salud en los que pactaban las actuaciones con las autonomías. Un cargo en el que tendrá que lidiar con las exigencias de varios presidentes regionales para adelantar el toque de queda o aplicar el confinamiento domiciliario.
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