La incidencia, disparada

El colapso ya está aquí: la ocupación en UCI pulveriza las previsiones de Sanidad

La tercera ola del coronavirus crece sin control. En los días transcurridos de 2021 el porcentaje de camas UCI ocupadas se ha duplicado, alcanzando el 40,83%. El riesgo máximo Sanidad lo sitúa en un 25%.

Un médico de Urgencias del Hospital Pío del Rio Hortega de Valladolid
Un médico de Urgencias del Hospital Pío del Río Hortega de Valladolid.
EFE

Los hospitales de toda España están al límite por la Covid-19. Solo en lo que llevamos de 2021 el número de camas UCI ocupadas se ha duplicado, alcanzando más del 40%, mientras que los ingresados por coronavirus se han triplicado (ya hay 30.483). Los médicos llevan ya días lanzando un SOS porque la presión hospitalaria no solo no decrece, sino que al ritmo que se disparan los contagiados el colapso está muy cerca. Así lo advierte, por ejemplo, el Colegio Oficial de Médicos de Valladolid, que alerta de que esta provincia está viviendo una situación dramática con hasta el 75% de sus camas UCI ocupadas por pacientes de coronavirus. Hay que recordar que el umbral de riesgo máximo contemplado por el Gobierno se sitúa en un 25%. La llamada de atención de estos sanitarios es el espejo en el que se pueden mirar el resto de provincias de España. El propio Fernando Simón tachaba de "crítica" la situación actual tras anunciar 93.822 contagiados nuevos durante el fin de semana y 767 muertos -un 40% más que el pasado lunes-.  

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias aboga ahora por controlar cuanto antes la transmisión porque la ralentización de los contagios de la que habla tardará en notarse en los hospitales: "Necesitamos que la transmisión baje muy rápido para que nuestras UCI no sufran lo que están sufriendo", sentencia Simón. Es importante no perder de vista los datos de los hospitales para hacer una radiografía de la evolución actual de la pandemia en España. Muy lejos queda ese umbral de riesgo extremo marcado desde Sanidad y que contempla que solo una de cada cuatro camas UCI esté ocupada por un paciente covid. Únicamente cinco comunidades autónomas están por debajo -Asturias, Canarias, Cantabria, Navarra y País Vasco-, y muchas de ellas lo rozan. En el resto del país el panorama es desolador, con porcentajes de más del 64% de UCI ocupadas en La Rioja o el 61% en la Comunidad Valenciana. Superan la media de España (37,6%) hasta nueve comunidades y según los expertos todo indica que ese porcentaje no puede más que empeorar. 

Explica José Luis Almudí, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Valladolid -Castilla y León alcanza el 44% de camas UCI ocupadas- que a día de hoy la hospitalización de los críticos "va más allá de los espacios para pacientes críticos clásicos y también afecta a las extendidas, a todos los sitios improvisados donde puedes colocar un paciente conectado a un respirador". Tiene claro que la mal llamada tercera ola -"porque es la segunda que nos ha sobrepasado"- sigue creciendo porque "el objetivo de salvar la Navidad era suicida". Los datos lo respaldan. 2020 se despedía el último día con 11.535 pacientes ingresados por la Covid y hoy ya hay 30.483. 

El porcentaje de camas hospitalarias con paciente infectado ha pasado del 9,49% de fin de año al 23,94% de ayer. Y los datos epidemiológicos no dejan de marcar nuevos récords, con una incidencia acumulada disparada hasta los 884 infectados por cada 100.000 habitantes. Solo ocho comunidades están por debajo de la media. El dato es aún más dramático si recordamos que la línea roja marcada por el Gobierno como riesgo extremo es de 250 y que cuando sonaban las campanadas después de que Nacho Cano interpretara 'Un año más' a los pies de la Puerta del Sol, la incidencia estaba en 280 contagios por cada 100.000 habitantes. Lejos también de aquel objetivo de dejarlo en 25, pero nada que ver con lo sucedido según avanzaban las fiestas navideñas. Anoche los madrileños durmieron con casi el 50% de sus camas UCI ocupadas y con un nuevo pabellón abriéndose en el Hospital Enfermera Isabel Zendal, el tercero. La imagen se une al plan 7.000 anunciado en Andalucía para "afrontar lo peor de la pandemia" y a unidades militares montando hospitales de campaña en Extremadura. 

Estos datos de incidencia, sumados al elevado porcentaje de ocupación de camas hospitalarias y de las unidades de críticos, más la extenuación de los profesionales sanitarios por la sobrecarga asistencial y emocional es la ecuación que pone al borde del colapso a los hospitales españoles, donde los profesionales de la Sanidad temen se repita lo peor de la primera ola. Es pura matemática pensar que si los diagnósticos positivos siguen aumentando a esta velocidad "el 20% acabará en el hospital y de ese porcentaje, entre el 1% y el 5% necesitará de cuidados intensivos". El número de fallecidos, por mucho que se relajen los contagios, no dejará de crecer en los próximos días después de que este fin de semana se registrasen 767 muertes, la cifra más alta de la tercera ola que en breve puede quedar muy sobrepasada.

Es tajante Almudí, médico especialista en Atención Primaria, al asegurar que "la ciudadanía no ha aprendido nada". "Confiar en la responsabilidad individual es el gran fracaso de la estrategia de la pandemia", sentencia. Solo con repasar una mañana en su consulta se explican sus conclusiones: "Nos aparecen muchos positivos en un grupo de contactos estrecho". Y se explica: "Me llama mucho la atención cuando un positivo está en un entorno de una familia compuesta por varios subnúcleos familiares y acaban todos contagiados porque han estado juntos en un evento social donde no se cumple con las normas de ir con mascarilla. Primos, abuelos tíos, hermanos... acaban siendo un foco".

Según los expertos este resultado puede ser aún más dramático una vez se sepa la incidencia de la cepa británica. La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, achacaba ayer a la "especial contagiosidad" que está caracterizando a la tercera ola de la pandemia del coronavirus al invierno -por ser un virus respiratorio que tiene una mayor influencia ahora-, al aumento de contactos personales durante las fiestas navideñas y a la proliferación de esta variante que muchos ciudadanos creen menos importante porque en principio "es más contagiosa pero menos virulenta" pero que, en realidad, por el simple hecho de que 'corra' más es un dato que preocupa, y mucho, a los epidemiólogos.

Este fin de semana reconocían a La Información que los mayores de 70 años "suelen tener más miedo y se han autoconfinado, dejando de ir muchos a la compra, a tomarse un café e incluso dejando de ver al nieto", pero en Navidad parece que esto se ha olvidado. Un informe publicado en 'The Lancet' sobre cómo se comporta el virus cuando 'entra' por la puerta puede tener la respuesta a lo que está sucediendo con esta tercera ola y la edad de los que más están falleciendo (los mayores de 70). Los jóvenes son los que más se contagian pero los abuelos los que más padecen las consecuencias.

Y con la tercera ola creciendo con datos muy preocupantes, el Gobierno insiste en que el estado de alarma actual es suficiente para controlarla. Simón aseguraba ayer que "hay muchas comunidades en las que no tenemos un confinamiento como lo entendimos en abril y marzo pero tenemos de facto prácticamente un confinamiento". Hay presidentes de varias comunidades que sí querrían poder confinar algunas zonas y ayer la UE vino a defender su criterio al recomendar que se confinen las zonas que superen el umbral de 500 contagios por cada 100.000 habitantes. Ahí entrarían doce de las 17 comunidades autónomas.  La Junta de Castilla y León adelantaba la semana pasada el toque de queda y llamaba a una "rebelión cívica" para que los ciudadanos de la comunidad se quedaran en casa ante una "incidencia desbocada". Almudí lamenta que no se tomen medidas eficientes consensuadas para evitar "tensionar tanto el sistema de sanitario". 

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