De Prada dice que la "bazofia" que ofrecen las editoriales supondrá su muerte

  • El escritor Juan Manuel de Prada considera que las editoriales se han quedado "encerradas en su propia trampa" y, en su afán por captar un público que "de forma natural no leería", ofrecen "bazofia" y venden "pseudoliteratura", una actitud que, vaticina, "significará su muerte".

Madrid, 12 nov.- El escritor Juan Manuel de Prada considera que las editoriales se han quedado "encerradas en su propia trampa" y, en su afán por captar un público que "de forma natural no leería", ofrecen "bazofia" y venden "pseudoliteratura", una actitud que, vaticina, "significará su muerte".

Tras cinco años de silencio narrativo, De Prada regresa con "Me hallará la muerte", una novela editada por Destino que, según señala su autor en una entrevista con Efe, "empieza siendo de picaresca para convertirse en una de aventuras y supervivencia y acabar siendo una novela negra".

Para este novelista, el panorama actual del sector ha hecho "desconfiar" a muchos lectores de la "propaganda editorial" que, asegura, ofrecen mucha literatura "basura".

También, y a pesar de que sus obras han sido galardonadas en varias ocasiones, este autor desconfía de los premios literarios, entre ellos de los Nobel de Literatura que "parece que están dados a los peores escritores con frecuencia".

En su opinión, los premios literarios se dan por razones ajenas a la literatura, ya sean ideológicas, comerciales o modas pasajeras y por eso, además de no creer en su valor, asegura que los recibió en un momento "que ahora sería irrepetible", pues era cuando "el sistema" todavía no le tenía "identificado".

Por ello, sostiene que los premios que han recibido sus anteriores novelas no le condicionan "en absoluto" a la hora de ponerse a escribir.

Tras "El séptimo velo", ambientada en la Segunda Guerra Mundial y la resistencia francesa, De Prada traslada ahora al lector al Madrid de los años cuarenta y cincuenta, una ciudad que despertaba de la posguerra y en la que los negocios dieron lugar, en la segunda década, al dinero y a la corrupción.

A través de este libro, De Prada ha querido denunciar la situación actual en la que, sostiene, del sueño del Estado social de Derecho "no quedan más que añicos".

Una situación en la que se ha cultivado "la corrupción económica y moral" y en la que la sociedad española ha sido "cloroformizada" a través del bienestar material, asegura el escritor.

La novela arranca en Madrid en 1942, de donde un joven maleante debe huir y lo hace alistándose a la División Azul, el contingente español que ayudó a la Alemania nazi en su campaña contra la Rusia de Stalin.

El joven aterriza directamente en el "infierno" donde tras las dramáticas experiencias que vive en el frente ruso, cae preso y se enfrenta a la aniquilación en los gulag soviéticos, situaciones que vive con Gregorio, un idealista falangista con el que guarda un asombroso parecido físico.

Cuando en 1954 los españoles supervivientes del gulag soviético llegan a España, Antonio se ha convertido en otra persona con una nueva identidad que le hará protagonista de una vida de potentado a cargo de negocios turbios.

De Prada reconoce que la labor de documentación para escribir este libro ha sido muy intensa ya que es más difícil recrear una época de la que todavía hay una memoria próxima que otra alejada en tiempo y lugar.

Pero defiende que hay un compromiso "moral" entre el escritor y el lector: "aunque el escritor no está obligado a ser un historiador, sí está obligado a no burlarse del lector y al compromiso de que, al menos, los pilares históricos del libro deben ser fidedignos".

A pesar de su parecido físico, Antonio y Gregorio representan el anverso y el reverso de una misma moneda, el instinto de la supervivencia frente al idealismo más exacerbado.

Junto a otros personajes secundarios, cinco mujeres muy diferentes aparecen en la novela representando el "misterio" que De Prada admira en el género femenino.

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