Desplazados por los choques tribales en Sudán del Sur regresan a sus hogares

  • Miles de desplazados por el conflicto entre las tribus Lou Nuer y Murle en el estado de Jonglei, en Sudán del Sur, han comenzado a regresar paulatinamente a sus hogares en pequeños grupos, aunque todavía quedan muchos escondidos en las zonas boscosas por temor a la violencia.

El Cairo, 7 ene.- Miles de desplazados por el conflicto entre las tribus Lou Nuer y Murle en el estado de Jonglei, en Sudán del Sur, han comenzado a regresar paulatinamente a sus hogares en pequeños grupos, aunque todavía quedan muchos escondidos en las zonas boscosas por temor a la violencia.

Según el comisionado del condado de Pibor, Joshua Konyi, 9.107 desplazados han vuelto a sus casas tras los ataques desde finales de diciembre de la tribu de los Lou Nuer sobre los Murle, en respuesta a su vez a incursiones de estos para robar ganado, informó hoy el diario sursudanés "The Citizen".

Según este mismo medio, decenas de miles de personas se concentran en colas ante la escuela primaria de Pibor, la provincia epicentro de la violencia, para conseguir alimentos distribuidos por la Cruz Roja, tras salir de sus escondites en los bosques.

El Gobierno de Yuba ha declarado el estado de desastre en Jonglei y ha enviado a 4.000 unidades de la policía y del ejército para tratar de contener la violencia entre las tribus rivales.

Estas dos comunidades tienen un largo historial de incursiones mutuas en sus territorios para robarse el ganado, que se remontan a la década de 1940.

Konyi explicó, que para detener la violencia, el gobierno desplegó fuerzas militares junto al río Nanam para crear una "zona tapón" y propiciar el desarme y la reconciliación no solo entre los Lou Nuer y los Murle, sino entre todas las tribus enfrentadas.

El comisionado declinó ofrecer una cifra oficial sobre el número de víctimas mortales, de desplazados y de secuestrados, aunque aseguró que los fallecidos podrían contarse por "miles".

La ONU inició ayer una operación humanitaria de emergencia "a gran escala" para responder a la grave crisis desatada por los enfrentamientos tribales, con la que se pretende ofrecer asistencia de primera necesidad a unas 50.000 personas afectadas.

Sin embargo, el organismo tampoco pudo ofrecer una estimación acerca del número de muertos por la violencia en este país, el más joven del mundo después de independizarse de Sudán en julio de 2011.

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