El destino del Sistema Solar depende del Planeta Nueve, según un estudio

El destino del Sistema Solar depende del Planeta Nueve, según un estudio
El destino del Sistema Solar depende del Planeta Nueve, según un estudio
EUROPA PRESS
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Dimitri Veras, del Departamento de Física ha descubierto que la presencia del Planeta Nueve - el hipotético planeta que puede existir en el sistema solar exterior - podría provocar la eliminación de, al menos, uno de los planetas gigantes después de que muera el sol, lanzándolos hacia el espacio interestelar a través de una especie de efecto 'pinball'.

Cuando el Sol comience a morir en alrededor de 7.000 millones de años, expulsará la mitad de su propia masa y se hinchará, tragándose a la Tierra antes de convertirse en una masa ardiente conocida como una enana blanca. Esta eyección de masa empujará a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno hasta lo que se suponía como una distancia segura.

Sin embargo, Veras ha descubierto que la existencia del Planeta Nueve Podría reescribir este final feliz para los planetas gigantes de nuestro sistema. Encontró que Nueve podría no ser expulsado de la misma manera, y de hecho podría ser empujado hacia el interior en una danza de la muerte con los planetas gigantes del Sistema Solar, fundamentalmente Urano y Neptuno. El resultado más probable es la expulsión del sistema solar, para siempre.

Usando un código único que puede simular la muerte de sistemas planetarios, Veras ha trazado numerosas posiciones diferentes desde las que un 'Planeta Nueve' podría cambiar el destino del sistema solar. Cuanto más lejos esté y más masivo sea el planeta, mayor es la oportunidad de que el sistema solar experimente un futuro violento.

El descubrimiento podría arrojar luz sobre arquitecturas planetarias en diferentes sistemas solares. Casi la mitad de las enanas blancas existente contienen roca, una firma potencial de los escombros generados a partir de un destino calamitoso similar en otros sistemas con objetos parecidos a un planeta nueve.

En efecto, la futura muerte del Sol podría explicar la evolución de otros sistemas planetarios. "La existencia de un planeta masivo remoto podría cambiar radicalmente el destino del sistema solar, y de Urano y Neptuno en particular, que no estarían a salvo de los estertores del Sol. El destino del sistema solar depende de las propiedades de la masa y la órbita del Planeta Nueve, si es que existe".

"El futuro del Sol puede ser prefigurado en enanas blancas que son 'contaminadas' por restos de rocas. El Planeta Nueve podría actuar como un catalizador para la contaminación. La futura identidad del Sol como una enana blanca podría ser contaminada por restos de rocas tal y como reflejan las observaciones actuales de las enanas blancas a lo largo de la Vía Láctea", ha añadido Veras en un comunicado.

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