Detenidos cuatro guardas del Parque Kruger por caza furtiva de rinocerontes

  • Cuatro guardas del Parque Kruger, la reserva natural más grande de Sudáfrica, han sido detenidos en relación con la caza furtiva de rinocerontes, informó hoy la Dirección de Parques Nacionales (SANPARKS) en un comunicado.

Johannesburgo, 29 feb.- Cuatro guardas del Parque Kruger, la reserva natural más grande de Sudáfrica, han sido detenidos en relación con la caza furtiva de rinocerontes, informó hoy la Dirección de Parques Nacionales (SANPARKS) en un comunicado.

Los arrestos se efectuaron este martes, después de que se localizaran dos cadáveres de rinoceronte con sus cuernos cortados en el área de Pretoriuskop, donde trabajaban los cuatro vigilantes.

La operación fue llevada a cabo de forma conjunta por efectivos de SANPARKS y la policía sudafricana.

Uno de los detenidos es un guardabosques, mientras que otro pertenece a los Servicios de Protección y un tercero está asignado a la unidad de control de tráfico de las carreteras del parque.

El cuarto detenido es uno de los 248 guardias que, desde el pasado 15 de febrero, participan en una huelga para obtener mejoras salariales.

Las autoridades investigan su relación con la muerte de los dos rinocerontes y otros incidentes registrados en la misma zona de la reserva natural.

En el área de Pretoriuskop se han contabilizado 11 de los 43 casos de caza furtiva ocurridos en lo que va de año en el Parque Kruger.

Un total de 80 rinocerontes han sido abatidos desde enero de 2012 en Sudáfrica y las autoridades han detenido a medio centenar de cazadores furtivos, según las cifras divulgadas por SANPARKS.

"Es muy triste descubrir que las manos de las mafias del tráfico de cuernos de rinocerontes han llegado a manchar a aquellos a los que hemos encomendado la tarea de vigilar nuestro patrimonio natural", afirmó David Mabunda, director ejecutivo de SANPARKS.

Los rinocerontes están en grave peligro de extinción debido a la caza ilegal para obtener sus preciados cuernos, a los que en Asia se atribuyen propiedades medicinales.

El año pasado hubo por esta causa 443 animales muertos, una cifra récord que superó los 333 de 2010.

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