Dimite el director del Centro Jrúnichev, fabricante ruso de cohetes

  • Vladímir Nésterov, director general del Centro Jrúnichev, el principal fabricante de cohetes espaciales rusos Protón, ha presentado su dimisión, informó hoy una fuente del Gobierno de Rusia.

Moscú, 15 ago.- Vladímir Nésterov, director general del Centro Jrúnichev, el principal fabricante de cohetes espaciales rusos Protón, ha presentado su dimisión, informó hoy una fuente del Gobierno de Rusia.

"La carta de dimisión está dirigida al presidente (de Rusia, Vladímir Putin)", dijo un alto funcionario del Ejecutivo a la agencia oficial RIA-Nóvosti.

Agregó que Nésterov presentó su renuncia inmediatamente después de la reunión presidida ayer por el primer ministro, Dmitri Medvédev, dedicada a la situación en la industria espacial rusa, que ha sufrido varios reveses en los últimos tiempos.

La semana pasada Rusia no pudo poner en órbita los satélites ruso Express-MD2 e indonesio Telekom-3 por un desperfecto en el bloque acelerador Briz-M del cohete portador Protón, que ya había fallado en otras ocasiones.

Fuentes de la industria espacial rusa han cifrado en hasta 6.000 millones de rublos (casi 200 millones de dólares) las pérdidas ocasionadas por el fracaso de la puesta en órbita de esos dos satélites.

"No conozco la razón de la pérdida de los satélites, sea el bloque de propulsión, fallos mecánicos o la tradicional desidia, o todo junto (...), pero ahora no podemos seguir igual", dijo Medvédev al convocar la reunión para analizar la situación en la industria espacial del país.

Debido a los reiterados errores del programa espacial, agregó Medvédev, "perdemos prestigio y miles de millones de rublos".

En 2011, Rusia fue líder mundial en el lanzamiento de cohetes espaciales, con un total de 32, pero también en fracasos en este campo, ya que cinco de ellos, el 16 por ciento, resultaron fallidos.

En agosto del pasado año un carguero ruso Progress, con provisiones y combustible para la Estación Espacial Internacional, se estrelló poco después del despegue, en lo que supuso el primer accidente de ese tipo de nave en más de treinta años.

Otro de los fracasos más sonados fue la pérdida en noviembre pasado de la estación marciana Fobos, que en lugar de tomar rumbo al satélite homónimo de Marte, quedó en la órbita terrestre y acabó desintegrándose en la atmósfera.

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