La decisión, tomada por sorpresa, provocó duras críticas de los movimientos a favor de los homosexuales y confirma las dificultades que tiene la clase política italiana para adoptar la ley.
Italia es el último país de Europa occidental que no reconoce legalmente a las parejas homosexuales e intenta cubrir ese vacío legal.
El M5E, segunda fuerza política del país, se negó a votar a favor de la propuesta de anular una larga lista de enmiendas, la mayoría de ellas diseñadas para despojar el proyecto de ley de disposiciones que permiten a los homosexuales adoptar a los hijos biológicos de sus parejas.
El gobernante Partido Democrático (centro-izquierda) decidió suspender el debate y las votaciones hasta el 24 de febrero para permitir nuevas negociaciones entre las partes.
Hasta el miércoles, el M5E había respaldado públicamente todos los artículos del proyecto de ley, que ofrece por primera vez protección jurídica a las parejas de hecho y a las parejas homosexuales.
La decisión del gobernante PD, autor del proyecto de ley, de autorizar a sus parlamentarios de votar según el propio criterio, contribuyó a generar la desconfianza del M5E, convertida en pieza clave para que se apruebe la ley.
Frente a ello, M5E retiró el apoyo a votar con el "supercanguro", un mecanismo que agrupa las enmiendas por tema para acelerar las labores.
"Le aconsejamos a los senadores del M5S que se den un paseo por las redes sociales para que se hagan una idea, aunque sea pequeña, de la decepción y la ira que su decisión ha causado", advirtió la organización de defensa de los derechos de los homosexuales Arcigay.
"Ustedes pueden evitar pasar a la historia como el movimiento que niega los derechos de gays, lesbianas y sus hijos por un cálculo político miope", concluyó la organización.
La Iglesia Católica se ha movilizado también contra ley e inclusive el papa Francisco, que suele ser menos beligerante sobre esos temas con respecto a sus predecesores, terminó por intervenir para recordar que la Iglesia defiende un modelo de familia formado por un padre y una madre y bendecido por el matrimonio católico.
La ley debe ser luego ratificada por la Cámara de Diputados, donde el gobierno cuenta con una mayoría más sólida.
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