Doñana, medio siglo de ciencia y con el punto de mira en el agua

  • Desde que WWF cediera en 1964 al CSIC las 6.794 hectáreas de la Reserva Biológica de Doñana han pasado 50 años: medio siglo de "ciencia muy adelantada" que "ha creado escuela", pero también medio siglo rodeado de "amenazas" y retos que algunos continúan, como el del agua, "el oro líquido" del parque.

Noemí G. Gómez

Madrid, 22 mar.- Desde que WWF cediera en 1964 al CSIC las 6.794 hectáreas de la Reserva Biológica de Doñana han pasado 50 años: medio siglo de "ciencia muy adelantada" que "ha creado escuela", pero también medio siglo rodeado de "amenazas" y retos que algunos continúan, como el del agua, "el oro líquido" del parque.

Al frente de esa reserva se puso José Antonio Valverde, biólogo y naturalista que protagonizó, junto a otros investigadores como el suizo Luc Hoffmann, varios movimientos para preservar las marismas del Guadalquivir en los años 50, y que en 1965 cumplió su deseo de fundar un instituto científico: la Estación Biológica de Doñana.

Hoy el director de este centro del CSIC es Juan José Negro, quien asegura a un grupo de periodistas de visita en el Parque Nacional de Doñana, que la Estación es "puntera" en su investigación.

En la actualidad, la Estación Biológica de Doñana gestiona una superficie de 10.008 hectáreas, de las que 6.794 corresponden a la reserva (propiedad del CSIC) y las 3.214 restantes a la Reserva Biológica de Guadiamar (propiedad de la organización WWF/Adena).

Todo ello se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional de Doñana.

Para este investigador, uno de los principales retos es el del agua que, si bien no es un problema en las marismas, sí está empezando a serlo en el acuífero: "da la impresión de que no tiene recarga suficiente para mantener todos los usos que se demandan".

Y es que el agua de este acuífero tiene usos agrícolas y de consumo humano -WWF denuncia la existencia de pozos ilegales-.

"Estamos en riesgo de sobreexplotación del agua en algunos lugares", subraya Negro, quien añade que este acuífero también alimenta las lagunas de Doñana que "empezamos a ver que se secan".

Para el director del Parque, Juan Pedro Castellano, además de trabajar en el tema del agua, el reto está en mantener los niveles de conservación, "que son bastantes buenos", aumentar el nivel de coordinación entre las administraciones e implicar más a ciudadanos.

Además, mantener ese equilibrio a veces "complicado" entre el parque y los usos turísticos (visitas) y tradicionales (El Rocío).

No obstante, según Castellano, una de las cosas que más han cambiado en estos 50 años es la percepción de los ciudadanos sobre el espacio: "hoy en día el nombre de Doñana es el centro de una nueva comarca que se articula en torno a esos espacios protegidos".

En estos 50 años la reserva y el parque se han visto amenazados por multitud de proyectos: "en Doñana tenemos un catálogo de amenazas", declara la responsable de Agua y Agricultura de WWF España, Eva Hernández, quien recuerda a Efe que los espacios protegidos tienen que ir más allá de sus fronteras porque todo lo que ocurra alrededor tiene impacto pero "esto no lo entienden todos".

Tras apuntar que las administraciones son más reticentes al cambio que la gente, resume que las amenazas que más preocupan son: la reapertura de la mina de Aznalcóllar (su balsa de vertidos tóxicos sufrió en 1998 una rotura que puso en jaque a Doñana), el almacén de gas (ahora paralizado) y el dragado del Guadalquivir.

Hernández coincide con los directores de la Estación y del Parque que el agua es uno de los objetivos, pero advierte: "el acuífero ya está sobreexplotado" y esto tiene impacto sobre los ecosistemas.

Doñana tiene cinco líneas de investigación alrededor de la biodiversidad y entre los hitos históricos de la Estación está el proyecto de secuenciación del genoma del lince ibérico, la reintroducción del águila imperial (de las casi 500 parejas, doce están en el Parque); la reintroducción de la tortuga boba en las costas españolas y un mayor conocimiento de halcones y murciélagos.

El presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, concluye que Doñana es una marca dentro de la marca del CSIC.

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