Dos muertos en un "atentado suicida del PKK" contra una gendarmería en Turquía

  • Dos soldados turcos murieron y otros 24 resultaron heridos este domingo en un atentado suicida atribuido a la rebelión kurda, mientras Ankara proseguía con sus bombardeos contra las bases del PKK en Irak.

Un tractor repleto de explosivos se empotró el domingo por la mañana en un edificio de la gendarmería en los alrededores de la ciudad de Dogubayazit, en el este de Turquía, indicó la agencia gubernamental Anatolia.

Es el primer ataque de este tipo desde que la tregua entre la guerrilla y el ejército turco saltara por los aires hace unos diez días.

En otro ataque atribuido el domingo al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), un soldado turco murió y otros cuatro resultaron heridos por la explosión de una mina al paso de un convoy militar en una carretera de la provincia de Mardin (sudeste).

Desde que el PKK retomó el 22 de julio sus ataques, al menos 17 miembros de las fuerzas de seguridad turcas perdieron la vida y otras decenas resultaron heridos.

La aviación turca lleva a cabo, por su parte, bombardeos masivos contra las posiciones de la guerrilla en las montañas del norte de Irak, donde está atrincherada desde hace años.

Según Ankara, al menos 260 combatientes murieron y casi 400 sufrieron heridas en estos ataques.

La situación de los civiles iraquíes bajo los bombardeos de los F-16 turcos contra el PKK comienza a preocupar.

Las autoridades de la región autónoma del Kurdistán iraquí dieron cuenta el sábado de seis muertos entre la población local y los medios de comunicación prokurdos lo calificaron de "matanza" que causó 9 muertos.

Como consecuencia, el presidente de la región, Masud Barzani, pidió al PKK que se vaya "para que los civiles no sean víctimas de esta guerra".

En un afán por evitar una cascadas de críticas de la comunidad internacional y por no deteriorar las relaciones con los dirigentes del Kurdistán iraquí, Turquía anunció la apertura de una investigación sobre los hechos.

Ankara asegura que los bombardeos iban dirigidos contra las bases logísticas del PKK, con blancos en zonas donde según los servicios de inteligencia turcos no hay civiles.

Poco después la oficina del primer ministro, Ahmet Davutoglu, reiteró que "el combate contra la organizaciones terroristas continuará sin interrupción".

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan lanzó una "guerra contra el terrorismo" de forma simultánea contra el PKK y el grupo Estado Islámico (EI), acusado del atentado suicida del 20 de julio en Suruç (sur), en el que murieron 32 jóvenes militantes kurdos de Turquía.

Este ataque abrió la caja de los truenos, desencadenando represalias del PKK contra las autoridades, a las que acusa de no proteger a los kurdos.

Se rompía así la tregua decretada en 2013 y se reanudaba un conflicto que ya ha causado más de 40.000 muertos en 30 años.

Hasta ahora los bombardeos turcos se han concentrado en el PKK, atacados decenas de veces, y solo se tiene constancia de tres contra los combatientes del EI en Siria.

Según la agencia Anatolia, los bombardeos obligaron al estado mayor del PKK a separarse en tres grupos: uno se quedó en las montañas de Kandil en Irak, otro se replegó en Siria y un tercero en Irán.

En el frente político, el partido prokurdo turco HDP es blanco de varias investigaciones judiciales y su joven líder, Selahatin Demirtas, aseguró el sábado que su formación está amenazada de prohibición.

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